El Wall Street Journal reveló este viernes que baterías de tamaño inapropiado serían las responsables de las explosiones de teléfonos Galaxy Note 7 de Samsung, las cuales provocaron la salida del mercado de este dispositivo inteligente en 2016.
La compañía retiró a principios de setiembre unos 2,5 millones de ejemplares de Galaxy Note 7, cuando surgieron las quejas de que las baterías de litio explotaban durante la recarga. Luego tuvo que extender la medida, tras descubrir que los teléfonos que había entregado como reemplazo también se incendiaban.
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El problema ha provocado multimillonarias pérdidas al grupo asiático. En octubre pasado, la empresa surcoreana calculaba que perdería cerca de $3.000 millones en los próximos dos trimestres, debido al incidente.
Samsung revelará el lunes los resultados de la investigación que emprendió, para darle respuesta a los miles de usuarios afectados. Sin embargo, The Wall Street Journal se anticipó al anuncio.