Samsung anunció la llegada de sus modelos Galaxy S8 y S8+ este miércoles 29 de marzo en Nueva York. Con ellos pretende dejar atrás meses difíciles en los que debió sacar del mercado su teléfono Galaxy Note 7, por explosiones de los dispositivos, y enfrentó escándalos por corrupción de sus directivos.
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Los dos nuevos modelos destacan por funcionalidades como autenticación biométrica mediante el iris del ojo, una pantalla amplia para ambos celulares y un asistente inteligente llamado Bixby, que entiende el contexto y ayuda al propietario del teléfono a hacer su vida más sencilla, según promete el fabricante.
Autenticación
El iris se encarga de controlar la cantidad de luz que entra al ojo y es considerado único para cada persona, es por ello que se emplea como medida de acceso a teléfonos inteligentes.
"Los sistemas de autenticación biométrica utilizan características personales que hacen mucho más robustos los mecanismos de protección de la información", explicó Camilo Gutiérrez, Jefe de Laboratorio de Investigación para Latinoamérica de la firma ESET, en una revista anterior.
Los nuevos teléfonos de Samsung apuestan por esta alternativa y, según apuntó Justin Denison, vicepresidente de mercadeo de Samsung Electronics "es la mejor forma de biometría que hemos creado hasta el momento".
Sin embargo, los usuarios también podrán escoger entre otras opciones como el reconocimiento de rostro, patrones, contraseñas e incluso la huella dactilar.
Pantalla "infinita"
Otra de las características que destaca en los nuevos celulares de la gigante surcoreana es la amplitud de la pantalla del S8 (5,8 pulgadas) y S8+ (6,2 pulgadas) a la que han llamado Infinity Display, pues da la sensación de no terminarse y cubre la mayor parte frontal del dispositivo.
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El aparato también ofrece memoria RAM de 4 GB; 64 GB de almacenamiento con posibildad de extenderlo por medio de una memoria SD a 256 GB y cámaras traseras y frontales de 12 y 8 megapixeles, respectivamente.
La batería es otro de los factores que distinguen al S8 del S8+. El primero tiene 3.000 mAh y el segundo, 3.500 mAh. Las dos terminales contarán con capacidades de carga rápida y sin hilos.
Así como ya ha venido sucediendo con otros dispositivos de la compañía, este nuevo modelo también es resistente al agua y al polvo y se venderá en cinco diferentes colores.
El teléfono comenzará a comercializarse en Estados Unidos a partir de este jueves 30 de marzo a un precio sugerido de $750.
Experiencia Bixby
Si algo trató de dejar en claro Samsung durante el lanzamiento de este miércoles, es que quieren ofrecer nuevas experiencias a los usuarios que compren estos dispositivos.
"El Galaxy de Samsung S8 marca el comienzo de una nueva era de diseño de teléfonos inteligentes y fantásticos nuevos servicios, abriendo nuevas formas de experimentar el mundo", aseguró DJ Koh, presidente de Comunicaciones Móviles de Samsung Electronics.
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Es por esa razón que el fabricante incorporó Bixby, una interfaz inteligente que permite navegar por diversos servicios a través de voz, tacto y textos. La misma es capaz de aprender del usuario, sus intereses y ubicación. Además, facilitará acciones como "comprar fácilmente, buscar imágenes y obtener detalles sobre los lugares cercanos con la tecnología de reconocimiento de imágenes".
La firma también anunció Samsung Dex, un dispositivo que permite a su usuario acceder a la información de su teléfono utilizando una pantalla y un mouse, como si fuese una computadora de escritorio.
Recuperar terreno
La llegada de estos nuevos dispositivos le podría dar un respiro a Samsung, pues el año pasado esta firma debió sacar del mercado 2,5 millones del Galaxy Note 7 (celular híbrido entre tableta y teléfono). Lo anterior debido a explosiones del aparato reportadas por sus usuarios.
En enero de este año, The Wall Street Journal reveló que el tamaño inapropiado de las baterías fue el responsable de este inconveniente.
En octubre del 2016, Samsung calculaba que sus pérdidas para los próximos dos trimestres rondarían los $3.000 millones.
Un escándalo por corrupción también tocó la puerta de esta empresa, pues el vicepresidente de Samsung Electronics, Lee Jae-Yong, fue relacionado con tráfico de influencias y está en la cárcel.
Según informó la agencia de noticias AFP, al grupo surcoreano se le acusa de haber dado $40 millones en sobornos a la confidente de la destituida presidenta Park Geun-Hye a cambio de favores políticos.
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