Aunque los equipos de impresión en tres dimensiones han tratado de ir dejando su nicho en el sector industrial para llegar también a los usuarios finales, siguen siendo aparatos caros.
No obstante, tener uno podría ahorrarle al consumidor típico hasta más de $1.000, aseguran investigadores de la Universidad Tecnológica de Michigan.
Ellos escogieron 20 artículos domésticos comunes que aparecen en Thingiverse, un website dedicado a compartir archivos de diseños digitales que pueden usarse para imprimir objetos.
Luego, el equipo dirigido por Joshua Pearce, los buscó en Google Shopping para determinar el coste máximo y mínimo de comprarlos en línea.
Sin contar los costos de envío, y tomando en cuento los costos de hacer las impresiones 3D, determinaron que al consumidor típico le costaría de $312 hasta $1.944 comprar esas 20 cosas en comparación con $18 para imprimirlas en un fin de semana.
Las impresoras 3D de código abierto para uso doméstico valen entre $350 y $2.000.
“Haciendo la suposición muy conservadora de que una familia sólo tendría 20 artículos al año, las impresoras se pagarían solas rápidamente, en un periodo que iría de unos pocos meses a unos cuantos años”, dicen los investigadores en el sitio de la universidad.
El grupo eligió elementos relativamente baratos para su estudio: accesorios del teléfono móvil, una prensa de ajo, una ducha, un soporte para la cuchara y similares.
Así, dicen los investigadores, las impresoras 3D pueden ahorrarle a los consumidores aún más dinero con artículos de alta gama, como aparatos ortopédicos personalizados o equipo fotográfico.
Además, ofrece a los consumidores la gran ventaja de que todo puede ser personalizado.
Por eso, consideran que estos equipos seguirán los mismos pasos de la computadora ---inicialmente demasiado cara y solo disponible en empresas hace 30 años, hasta estar en todos los hogares más de una vez y en diferentes formatos, como sucede en la actualidad.
¿Cómo funcionan? Las impresoras 3D depositan múltiples capas de plástico u otros materiales, una sobre otra, para hacer casi cualquier cosa, desde juguetes hasta herramientas para utensilios de cocina.
Diseños libres están disponibles en decenas de miles de sitios web donde los usuarios pueden descargarlos para hacer sus propios productos utilizando impresoras 3D.
Algunas son de código abierto, como el RepRap, que se construye a sí mismo a partir de piezas impresas, y otras vienen en una caja listas para imprimir, de compañías como Type A Machines o HP.
Otra posibilidad es enviar el archivo a una empresa que se dedica a hacer impresione 3D para terceros y contratar el servicio de esa forma.