Desde su arribo en el 2007, Apple sacudió con su iPhone la industria de la telefonía móvil, donde llegó a ser el mayor depredador y desplazó a todos los contrincantes en el mercado de los teléfonos inteligentes.
No obstante, el gran innovador ayer se vio obligado a introducir el iPhone 5C , una versión más barata del teléfono con el cual se las había arreglado para generarse ganancias, actualizándolo una vez al año. Esa estrategia ha muerto.
Una terminal de plástico apunta así a mercados emergentes, como China, hoy cuando una explosión de teléfonos más económicos y basados en sistema Android restan presencia a Apple.
El 5C de 16 Gigabytes (GB) costará $99 y el de 32 GB $199 en contrato de dos años con un operador de EE. UU. Como dice su nombre, 5C, los habrá en cinco tonos: verde, amarillo, azul, rojo, blanco.
El aparato persigue a usuarios de los llamados teléfonos funcionales (sin Internet) buscando emigrar hacia los inteligentes y, para quienes un iPhone constituía solo una aspiración debido al precio.
Fiel al guion que sigue cada setiembre, la compañía Apple también introdujo el iPhone 5S, la sexta generación del teléfono, pero en versión cara.
El iPhone 5S, aparte de mejoras sustanciales en la cámara, llega con el Touch ID. Este consiste en un sensor dactilar localizado en la parte baja de la pantalla que servirá como dispositivo de identificación.
Según Apple, el sensor podrá autorizar compras en la iTunes Store con solo situar el dedo sobre él y permitirá al teléfono capturar la huella dactilar del usuario para, por ejemplo, desbloquear la pantalla de inicio en un instante.
El iPhone 5S encierra un procesador autónomo al chip principal llamado M7 que controlará funciones específicas como el acelerómetro, la brújula y el giroscopio.
El componente presagia la llegada una nueva generación de las apps de salud y para practicar deporte: el M7 registrará las actividades diarias del usuario permitiendo a los desarrolladores de software detectar si la persona se detuvo, si camina o conduce un vehículo.
Junto a estas novedades, el mayor aporte a nivel de hardware , es el procesador A7, primer chip para móviles con arquitectura de 64 bits que añade velocidad de procesamiento de datos y mayor desempeño gráfico. El iPhone 5S será 40 veces más veloz que el iPhone original y el doble del iPhone 5.
El modelo de iPhone 5S de 16 GB costará $199, el de 32 GB $299 y, el de 64 GB, $399. Esto, en EE. UU.
En Costa Rica. Este diario preguntó a voceros de Claro, Movistar y el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) cuánto en promedio tarda en llegar al país un nuevo modelo de iPhone tras su anuncio. Ese promedio es mes y medio. Así, los voceros calculan que empezarían a venderlos en noviembre.
Tanto el iPhone 5C como el 5S llegarán equipados con la última actualización del sistema operativo móvil de Apple, el iOS 7.
En la presentación de ayer, Craig Federighi, encargado de software Apple, mencionó que el iOS7 sumará más timbres para llamadas, filtros y modos de uso para la cámara, voces para el control por voz Siri y el iTunes Radio; un servicio para escuchar emisoras radiofónicas desde Internet.
El iOS 7 podrá descargarse sin costo alguno a partir del 18 de setiembre y correrá también en modelos iPhone 4, iPad 2, iPad mini y la quinta generación del reproductor musical iPod Touch. Toda la suite de productividad de Apple, iWork (Keynote, Pages, Number), será incluida gratis en los nuevos aparatos con el iOS 7.
Sin pantalla agrandada. Una de la habituales ausencias en los anuncios recientes es que tampoco hubo cambios en el tamaño de la pantalla de los teléfonos.
Aún y cuando la compañía fue pionera creando la pantalla táctil hace seis años con la entonces enorme pantalla de 3.5 pulgadas, el iPhone hoy luce pequeño ante competidores con rangos de pantalla entre cinco y siete pulgadas por mucho que Apple acuda al argumento de los méritos de una pantalla de cuatro pulgadas en diagonal para usar con una sola mano.
Cuando el iPod se introdujo por primera vez, fue solo un modelo y luego vinieron variantes como iPod Shuffle, el Nano, el Mini y el Touch con la pantalla más grande este último y cual terminó siendo el modelo más popular.
La insistencia de Apple con el tamaño de pantalla de su iPhone reside en que, cuando el tamaño crezca, aparte de menos usuarios siendo capaces de usarlo con una sola mano, también vienen limitaciones técnicas.
A diferencia de teléfonos basados en Android, para los cuales hay más de una docena de resoluciones de pantalla, Apple tiene dos: 960 x 640 píxeles de resolución en el iPhone 4 y 4S o 1136 x 640 en el iPhone 5S y 5C.
Una vez de Apple aumente el tamaño de la pantalla, sin embargo, surgen ventajas y desventajas. Suponiendo que se quedan con la relación 16:9 común a televisores de pantalla ancha (y la actual en el iPhone) Apple tiene unas cuantas opciones, ninguna de ellas muy sexy.
Un camino sería cuadruplicar la densidad de píxeles, volviendo la resolución 2272 x 1280; una de la mayores en cualquier teléfono o phablet actual que rondan los 1920 x 1080.
Si lo quisieran, los desarrolladores de software podrían mejorar sus aplicaciones pero, si no lo hacen, igual los gráficos escalarían muy bien, pues cada pixel asumiría el área de cuatro limpiamente.
Otro sería dejar la resolución intacta. El asunto es que Apple vendería así aparatos que no igualan la resolución de su propia pantalla Retina Display aún en una pantalla de casi cinco pulgadas.
Esto representaría un problema de mercadeo pues, salvo alguna mejora adicional, dejaría a Apple en una situación de desventaja frente a otros rivales con mejores resoluciones para sus celulares; un lugar poco halagador para la empresa pionera en mejorar la resolución en pantallas para tabletas.
La solución sería un punto intermedio pero eso haría que los íconos y apariencia de las aplicaciones no escalarían para ajustarse perfectamente a la pantalla a menos que sean rediseñadas.