A sus 18 años, Valeria Saborío está ansiosa por aprovechar hasta el último suspiro de este 2017. Ella y cuatro de sus compañeras de colegio idearon una campaña que les permitirá a 800.000 escolares construir robots para gestionar los desechos en sus centros educativos. ¡Y quieren empezar ya!
Estas alumnas del Colegio Técnico Profesional de Santa Ana conformaron uno de los equipos galardonados en la Primera Hackatón Femenina Centroamericana, que se llevó a cabo en Costa Rica el sábado 21 y domingo 22 de octubre.
El reto tecnológico tuvo dos sedes: el Centro Académico del Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), en barrio Amón, San José, y la Universidad Cenfotec, en San Pedro de Montes de Oca.
Las hackatones femeninas, es decir, jornadas que convocan a mujeres interesadas en diversas áreas de la tecnología a crear proyectos de impacto social, no son tema nuevo en nuestro país.
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Sin embargo, sí lo es el hecho de que, en esta ocasión, tal iniciativa haya tenido carácter regional.
En la Primera Hackatón Femenina Centroamericana participaron 160 mujeres, de entre 13 y 39 años, de todos los países del istmo –excepto Panamá–, así como algunas representantes de República Dominicana y México.
Ellas se dividieron en 35 equipos, responsables de crear la misma cantidad de proyectos que debían tener, como base, el componente de sostenibilidad urbana.
Las participantes tuvieron 32 horas para programar y desarrollar sus propuestas, que podían enfocarse en tres subtemas: movilidad urbana, espacio público y gestión de residuos.
¿En qué consistieron las creaciones? Aplicaciones, robots, sitios web, plataformas electrónicas, campañas digitales integrales, entre otras.
En total, resultaron galardonados 13 proyectos (seis de movilidad urbana, cuatro de gestión de residuos y tres de espacios públicos).
Impulso creativo
Entre los equipos laureados se ubicó Hack Girls, al que pertenece Saborío. Ella, además, recibió un reconocimiento individual por el tesón que demostró durante el reto de la Hackatón.
"Los niños son agentes de cambio a futuro y pensamos que deberían tener las mismas oportunidades que nosotras... Nuestro proyecto consiste en cursos, ya aprobados por educadores, en los que, en cinco días, los chicos aprenden las bases de la robótica, a programar, a construir (robots) y a hacer conciencia sobre el cuido del ambiente", explicó Saborío.
Otro de los grupos que destacó fue Code Fighters, creadoras de un robot llamado D-pipe, que tiene la capacidad de "mapear" la red de alcantarillado público del país, con el fin de determinar zonas de riesgo por inundaciones.
"Nuestro robot ingresa al alcantarillado y toma muestras de agua... Esos datos ayudarían a actualizar la información que tienen ahorita las municipalidades y a ir renovando los planes urbanos. Además, permitiría a la comunidad dar seguimiento a esos temas y hasta poner denuncias", explicó Yorley Aguilar, estudiante de Ingeniería en Computación del Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR) y miembro del equipo.
Otras de las ganadoras fueron las representantes de Sulára, Katherine Fernández, alumna de Ingeniería en Diseño Industrial del ITCR, y Karina Shum, del Colegio Científico de Cartago.
Ellas desarrollaron una aplicación móvil que le indica al usuario cómo disponer responsablemente de los desechos que produce, así como reportar los residuos que va generando. Estos datos quedan disponibles para cualquier organización o comunidad interesada en cuantificar el tema.
Desarrollos con futuro
Según Steven Salas, encargado de comunicación de la cooperativa Sulá Batsú –organizadora de la Hackatón– la idea es seguir dando mentoría y acompañamiento a las propuestas desarrolladas durante la actividad.
Incluso, algunas de las participantes ya cuentan con respaldo, como las muchachas de Sulára, quienes se apoyarán en el Centro de Investigaciones en Computación del ITCR.
Salas comentó que las propuestas trataron de enfocar diversas problemáticas de la mujer en el espacio urbano.
Por ese motivo, algunos de los desarrollos tocaron fibras en temas como el acoso callejero. De hecho, tres de los equipos crearon dos sitios web y una red social para denunciar a los acosadores.
Soporte femenino
La Hackatón se enmarca en el programa TICas, mediante el cual, Sulá Batsú capacita y empodera en tecnología a mujeres de zonas rurales.
"Son espacios que no vemos como una competencia, sino como una forma de que las mujeres trabajen en equipo, se solidaricen. Por eso, las participantes de la Hackatón Centroamericana no fueron, necesariamente, solo ingenieras o programadoras; participaron comunicadoras, diseñadoras, administradoras y hasta una enfermera de Bluefields, en Nicaragua", comentó Salas.
Para hacer realidad estas iniciativas, que son gratuitas, la cooperativa cuenta con el apoyo de distintos patrocinadores.
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En el caso de la Primera Hackatón Femenina Centroamericana, los benefactores fueron: el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el sistema de Naciones Unidas, la Fundación Crusa, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt), el ITCR, las universidades Cenfotec e Hispanoamericana y el Centro para la Sostenibilidad Urbana.
En el marco de esta actividad, el Gobierno anunció la Política Nacional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres en la Formación, el Empleo y el Disfrute de los Productos de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación.
La Hackatón Femenina se realiza en Costa Rica desde el 2014. Sin embargo, esta es la primera que se lleva a cabo para Centroamérica. Esto, porque el objetivo es expandir el programa TICas al resto de países del istmo.
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