La Casona, San Vito de Coto Brus
"Nun käite jukribta ngöbe cukie tä kuin niere munye". Esta es la frase de recibimiento, escrita en lengua ngöbe, que se encuentran los visitantes a la entrada del territorio indígena La Casona, en San Vito de Coto Brus, Puntarenas.
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Significa "bienvenidos a nuestro territorio indígena" y es una de las oraciones que practican en sus computadoras los 171 niños de la escuela Ngöbegüe en su clase de Idioma y Cultura.
Este centro educativo, ubicado a 270 kilómetros de San José centro, posee 64 computadoras adaptadas a la lengua ngöbere para que, con ayuda de dinámicas, dibujos, canciones y oraciones, los niños puedan preservar la lectura y la escritura de este sistema de comunicación verbal que se transmite por línea materna.Las lecciones son como cualquier otra, la diferencia la marca el ngöbere, por lo que en cada asignación predominan letras con diéresis, características de su escritura.
Gerardo Andrade, profesor de Idioma y Cultura desde hace ocho años, considera primordial resaltar la cultura e inculcar en los niños y jóvenes las costumbres y tradiciones del territorio indígena, y por eso, desde hace dos años incorporó la tecnología en sus lecciones.
"Es algo nuevo con lo cual los estudiantes se motivan más. La idea es grabar videos y que estos queden como un legado para resaltar actividades, cantos y narraciones que le den fuerza a la cultura indígena", detalló Andrade.
Sus lecciones con los estudiantes de sexto comienzan con un "kobö kui degä", que significa buenos días. Luego vienen las instrucciones del trabajo que se realizará durante la próxima hora y de seguido comienza la repartición de computadoras en el grupo.
A diferencia de una escuela metropolitana, en La Casona los niños visten con los trajes propios de su cultura. Los hombres usan pantalón azul y camisa con bordados y las niñas con vestidos de color azul, también con bordados hechos a mano.
En la clase de Idioma, Junior Vílchez, Emily Santos y Yamil Palacios son los encargados de sacar los equipos de un dispositivo global que sirve para cargar las computadoras y optimizar su uso. Cuando todos están listos comienza la lluvia de ideas y creatividad.
Emily Santos, Yamil Palacios y Junior Vílchez se encargan de repartir las computadoras a sus compañeros. Foto: John DuránEn la lección del miércoles 8 de junio el tema fue la interpretación de los sueños, por lo que cada estudiante tuvo listo un dibujo en digital. Durante la lección tenían que colocarlo en un documento de Power Point, explicar con oraciones en ngöbere qué significaba el sueño plasmado en papel, animarlo, ponerle música e incluir otras imágenes.
La primera frase de todas las presentaciones es "Ti kä" (yo me llamo), seguido del nombre de cada uno, para identificar quien es el autor.
El resultado final es una historia como la de Junior, quien comienza su relato con un paisaje y lo mezcla con dibujos de ríos, montañas y viviendas. Al fondo, una canción típica de los ngöbe acompaña su exposición.
"Me gusta mucho usar la computadora, se me hace más fácil escribir y es muy interesante", comentó Vílchez.
Gerardo Andrade (derecha de celeste), profesor de Idioma y Cultura, y Eleodoro Jiménez, de Español, ayudan a los estudiantes durante la clase. Foto: John DuránSu pensamiento se replica en la voz de Reyner Atencio y Jazmín Palacios.
"Se aprende más rápido, tengo computadora en mi casa y con las enseñanzas que recibo puedo aprovechar más para estudiar", afirmó Atencio a La Nación, mientras desarrollaba su relato.
La historia de Jazmín está enfocada en las serpientes, en su recorrido de la casa a la escuela se ha topado con varias de ellas, y en su historia la ayuda de sus amigos es fundamental para salvarse, según contó.
Los estudiantes le sacan provecho a la clase de Idioma y Cultura para desarrollar su creatividad. Foto: John DuránA esta niña le gusta trabajar con fotos y aprovechar los programas de Word, Excel y Power Point.
"Esto (las computadoras) nos permite desarrollar más la inteligencia, trabajar más rápido y pegar fotos que nos gusten", detalló Palacios.
Dinámica. El uso de las computadoras en la escuela Ngöbegüe se alterna entre diferentes materias y niveles, pues en total 171 estudiantes (de preescolar a sexto) deben sacarle provecho a este recurso.
Además de la clase de Idioma y Cultura, los equipos se utilizan ocasionalmente en Inglés, Español, Matemáticas, Ciencias y Estudios Sociales.
Sin importar la edad, en la escuela Ngöbegüe los estudiantes utilizan la tecnología. Foto: John DuránLa capacitación para darle un buen uso a los equipos, los cuales tienen una opción para el uso del lenguaje natal, es constante. De eso se encarga la Fundación Omar Dengo (FOD), la cual prepara a los docentes sobre cómo enseñar para sacarle provecho a la tecnología. Ellos fueron quienes suministraron las 64 computadoras.
"Este es un intento por cerrar la brecha digital, la cual se siente más en las zonas indígenas. También buscamos sacarle provecho a la tecnología a través del desarrollo y la creación con conocimiento", manifestó Rosa Ortega, quien labora con la FOD y el Ministerio de Educación Pública (MEP).
Ortega explicó que otro de los objetivos es implementar prácticas educativas que favorezcan la cosmovisión de los territorios, la identidad cultural, la lengua y la calidad de vida de las comunidades indígenas.
Leda Muñoz, directora ejecutiva de la FOD, agregó que la tecnología permite que la propuesta educativa cambie de manera pertinente y personalizada, con el objetivo de beneficiar a los estudiantes.
"La instalación de las computadoras en los centros educativos es un proceso de preparación y evaluación; también de renovación y de resolución de problemas cuando sea necesario", puntualizó Muñoz.