La edición 2017 del Costa Rica Festival Internacional de Cine dedicó la retrospectiva de la cita al director finlandés Aki Kaurismäki.
El cineasta no pudo asistir a la actividad, pero en representación suya está Timo Malmi, director artístico del Midnight Sun Film Festival de Helsinki, Finlandia.
Malmi conversó con Viva acerca del legado de Kaurismäki al cine de su pais y a Europa.
Entre elogios y reconocimientos a su compatriota, esta fue la conversación que sostuvo Malmi con este diario desde el lobby del hotel Aurora Holiday Inn, en San José.
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–¿Qué significa esta retrospectiva que le dedica el Costa Rica Festival Internacional de Cine a Aki Kaurismäki?
–Ha sido un gran placer cruzar al otro lado del mundo y saber que fueron seleccionadas algunas de las películas de Aki. Para nosotros que vivimos en la esquina norte de Europa es muy interesante ver cómo la audiencia de aquí responde a fotos y sonidos de nuestra tierra. Nunca había estado en Latinoamérica excepto una vez en Ciudad de México, y sí es un mundo con un color distinto, pero ha sido interesante ver cómo la gente de aquí también se ríe de la comedia seca de Aki, me parece simpático de cómo lo ha asimilado la audiencia porque nuestra cultura es muy distinta. Internacionalmente Aki es muy reconocido y precisamente es por su estilo.
–¿Cuál cree que es la mejor película de Kaurismäki de todos los tiempos?
–Es difícil de decir. Tengo muchas favoritas, pero para nombrar solo una voy a decirte The Match Factory Girl que se presentará mañana (jueves 14 de diciembre a las 2:30 p. m. en el Teatro de La Aduana). Es una perla de ese tiempo (1990). Es tan minimalista… Esa película es muy distinta a las otras. Es pequeña, pero cuenta tanto del mundo. Es muy precisa. Es realmente perfecta.
–¿De qué forma ha beneficiado el trabajo de Aki Kaurismäki a la producción de cine en Finlandia?
–Ha significado bastante en Finlandia desde los 80, cuando estudió con sus hermanos. Aki primero fue actor y después escritor. Él estudió su propia dirección y cambió la atmósfera de cómo hacer películas en Finlandia. Se volvió popular, cruzó las fronteras de nuestro país y otros países pudieron disfrutar de sus películas. Desde ese momento hubo una demanda de películas de él en el exterior, impulsando así a otros productores de Finlandia, así que significa mucho para nosotros.
¿Siempre ha sido una influencia muy positiva?
–Mayoritariamente ha sido positiva. Muchos jóvenes productores, directores, escritores y estudiantes por supuesto que han copiado algunas cosas como esa comedia seca y minimalista de Aki, pero él es único en su estilo. Internacionalmente, los filmes de Aki han sido comparados con los de Jim Jarmusch (cineasta estadounidense), pero realmente esas perspectivas se fueron desvaneciendo. La influencia de Aki ha sido inspiradora para los creadores de películas.
–¿Al cine de Europa cómo lo ha influenciado Kaurismäki?
–Mucho. Se ha dicho en críticas que estas películas en blanco y negro y con el mismo encanto de las de Aki son muy frecuentes. Eso se puede leer en revistas, pero también lo hemos visto en nuestros festivales. A nosotros nos parece divertido. No podría darte ejemplos de cuáles porque no recuerdo, pero en general se puede decir que él es único. Él tiene su propio planeta en esta industria del cine.
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–¿Sabe de algún proyecto nuevo del director?
–No hay nada nuevo desde que lanzó El otro lado de la esperanza en febrero pasado en el Festival de Cine de Berlín. Quizá ahorita tenga algunas ideas en su mente pero ahora tarde más entre una película y otra. Creo que es un productor y director que puede darnos una película más a pesar de sus 60 años. Él ama lo que hace: crear películas, por eso creo que hará una más.