El volcán Irazú y su “estética lunar” ha sido utilizado para múltiples producciones audiovisuales. Allí se han hecho videos musicales, cortometrajes de ciencia ficción, dramas e incluso algunos anuncios comerciales.
Sin embargo, para recrear una batalla de matices medievales, fuego y enemigos oscuros, el Irazú nunca pareció ser una opción viable, hasta que apareció Fallen Knights (Caballeros caídos, 2020), un cortometraje de 5 minutos que convierte la zona volcánica en auténtico campo de guerra.
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En la llamativa producción, obra del joven costarricense Christian Vargas, se pueden ver caballeros con gruesas armaduras, grandes escudos y espadas capaces de emitir ondas expansivas de fuego. Además, por supuesto, de dos bandos antagónicos luchando en medio de la planicie del volcán.
Mezclando acción real con efectos digitales muy bien logrados, Vargas explicó que Fallen Knights es la representación de una batalla entre el mundo natural y el espiritual.
“Explora dos mundos que se conectan entre sí, el natural y el espiritual. Con los problemas y pruebas que enfrentamos todos los días necesitamos recurrir al mundo espiritual para librar una batalla contra el males que nos abruman, utilizando la oración y la palabra de Dios como recurso y guía “, argumentó Vargas, quien ya obtuvo un reconocimiento internacional por el corto.
Fallen Knights recibió una mención de honor en el Concurso de Arte Engage, un certamen que recibe proyectos de toda América del Norte y que contó con cuatro categorías, entre ellas videos musicales, películas y artes escénicas, usando todos el tema de la batalla espiritual.
“Los miembros del jurado son expertos en el campo de las artes. Los trabajos ganadores se revisaron al menos doce veces en todo el proceso integral, todo sin que los miembros del jurado supieran quién es el artista. En ese caso, como un jurado ciego, las obras de arte se juzgan por su calidad artística y su capacidad para comunicar”, detalló un comunicado.
Proyecto familiar.
Una particularidad de Fallen Knights es que se terminó en medio de la pandemia y las restricciones por la covid-19, además de que se trató de un proyecto familiar.
“Toda la película fue creada por miembros de mi familia, desde el guion hasta la producción, dirección, dirección de arte, creación de la armadura, vestuario, accesorios, grabación, efectos visuales de posproducción e incluso la música y los efectos de sonido“, expresó Vargas, quien apenas tiene 20 años de edad y ya se ha especializado en escultura, animación de personajes 3D y Concept Art.
Según Vargas, trabajaron en burbuja familiar por las mismas restricciones de la covid-19 y lograron filmar el corto a finales del 2020.
“En medio de la pandemia conseguimos el permiso del parque nacional y grabamos toda la secuencia en unas nueve horas. Queríamos el volcán por representar una locación inhóspita, debido a que el corto intenta representar la fuerza interna ante situaciones adversas”, comentó Vargas.
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“Luego hicimos la edición y postproducción en unos tres días. Fue bastante apurado, pues queríamos tener listo el material para participar en el concurso, en el que obtuvimos la mención de honor”, agregó.
De los retos más importantes que tuvieron Vargas y su equipo familiar fue el diseño del vestuario. Durante meses estuvieron diseñando el concepto visual y, para crear los trajes, buscaron ayuda en medios como Youtube.
“El vestuario fue con una búsqueda incesante de ideas e inspiraciones. La armadura del protagonistas, por ejemplo, lo diseñamos nosotros con foam (espuma) duro. Luego hicimos el proceso a mano y buscamos videos en Youtube para saber cómo doblar y modelar el material”, finalizó Vargas.
Para la realización de Fallen Knights fue clave la ayuda del padre del Christian, quien trabaja en la televisora San José TV. Padre e hijo editaron el material y los efectos especiales fueron realidad gracias al talento del progenitor.