El cubano Carlos Caballero llegó a Costa Rica en el 2004, en busca de mejores oportunidades para su familia y su carrera profesional. Su trabajo con la Compañía Nacional de Danza y otras compañías independientes ticas fue reconocido en el 2009, año en el que ganó el Premio Nacional de Danza al mejor intérprete.
Ocho años después de dejar el país y migrar a Estados Unidos, Caballero volverá a los escenarios como uno de los personajes fantasiosos del montaje de ballet contemporáneo Alicia en el país de las maravillas que se estrenará, en el Teatro Nacional, el próximo 1.° de diciembre.
Caballero es dirigido por la tica María Amalia Pendones, con quien trabajó en otros montajes en el país. El cubano explicó en entrevista con Viva que su mayor ambición se cumplió en el 2012, cuando se convirtió en bailarín de la compañía neoyorquina Les Ballets de Trockadero.
No es cualquier compañía, a Trockadero se le reconoce por el drag –el travestismo–. Su elenco siempre interpreta dos roles en simultáneo: el de un bailarín o una bailarina que parodia la tradición clásica del ballet ruso y, además, el rol de la obra del programa.
"Trockadero siempre fue un sueño y era mi meta llegar a esta compañía. En Cuba yo bailé en puntas. En mi graduación, interpreté al hada Carabosse de La bella durmiente. Fue una coreografía montada para mí sobre la original por el maestro Alberto Méndez. Siempre fue mi meta llegar a Trockadero", aseguró Caballero.
–En el 2009, ¿fue directamente a Les Ballets Trockadero de Monte Carlo?
–Llegué a Costa Rica en el 2004 y el premio Nacional me lo dieron en el 2009 (...) Entre el 2009 y el 2012 estuve con el Ballet de San Antonio en Texas. En el 2012 pasé a formar parte de Trockadero, hasta la actualidad.
–En el 2004, salió de una escuela clásica como la Escuela Nacional de Ballet de Cuba y llegó a Costa Rica a interpretar danza contemporánea. ¿Cómo fue ese cambio?
–En la Escuela Nacional de Cuba tenemos entrenamiento contemporáneo también. No lo había hecho con una compañía pero ya tenía el entrenamiento. Fue más que nada lograr adaptarme a un nuevo estilo de danza: soltarme un poquito más, entrenarme y bailarlo. Lograr que el cuerpo se moviera diferente.
"Yo sabía que en Costa Rica no había compañía de ballet pero yo estaba listo. Tomé la decisión de hacer contemporáneo profesionalmente en la Compañía Nacional de Danza y en otros proyectos".
–De esa experiencia con la Compañía Nacional de Danza, ¿qué salió para su formación como bailarín?
–Eso te abre muchísimas puertas porque puedes bailar en cualquier otra compañía que no solamente sea clásica. Creo que el bailar aquí contemporáneo me abrió puertas a bailar jazz, a hacer cosas diferentes. A mí, mientras sea danza, me encanta.
–¿Cómo es el trabajo en Trockadero, en el que tiene que bailar roles femeninos y masculinos?
–Con Trockadero es superdiferente. Tenemos que hacer roles de chicas y de chicos. Es muy divertido, es menos estresante que bailar en una compañía tradicional. Si te equivocas y algo falla, puede entrar en la comedia. En una compañía tradicional todo tiene que ser como es: no puedes fallar ni un paso.
"Nosotros lo exageramos un poco más para que se note. El público se ríe porque pasa en las compañías normales disimulan. Nosotros no. Si nos caemos, nos arrastramos, hacemos caras.
"Es muy teatral en un sentido pero es una compañía clásica. Los bailarines tienen que traer un entrenamiento de formación clásica. Usamos puntas como lo hacen las mujeres. Hacemos el repertorio clásico tradicional: El lago de los cisnes, Giselle, Coppelia. Es también una parodia del ballet ruso".
–¿Cuál ha sido su papel favorito hasta ahora?
Kitri de Don Quijote (un personaje tradicionalmente femenino). Tiene picardía, es muy rápido y saltando. Es como yo.
–El Conejo Blanco de Alicia en el país de las maravillas, ¿también es así?
"De cierta manera, es alocado y picaresco (...). Es un papel neoclásico, yo lo voy a hacer un poquito más clásico y contemporáneo, pero no tan moderno. El otro bailarín (el tico Leonardo Aguirre) sí lo va interpretar un poquito más contemporáneo.
–¿Cómo consiguió el papel del Conejo Blanco?
–María Amalia Pendones me conoce, ya bailé con ella antes y me visualizo a mí en ese papel. Me llamó y me lo propuso. Para mí, (lo acepté) superfeliz. Costa Rica es mi segunda casa y me acogió cuando yo viví aquí. Me encanta venir acá a mostrar lo que tengo ante el público tico.
En el Teatro Nacional, el montaje de ballet contemporáneo Alicia en el país de las maravillas ofrecerá funciones entre el viernes 1.° y el domingo 17 de diciembre (un total de 15 funciones). Las entradas tienen costos entre los ¢7.500 y los ₡31.000; se pueden comprar en el sitio Eticket.cr