El arte puede despertar sensaciones no previstas. Como ver una pintura y sentir mariposas en el estómago; como ver una escultura y sentir escalofríos en la espalda.
Nada como el placer de descubrir un artista y enamorarse de su obra, y verse reflejado en los mensajes que proyecta.
Estas posibilidades se encuentran en Avenida Escazú, la sede que alberga, a partir de hoy la XII edición de Valoarte, la feria de arte contemporáneo de mayor impacto en Centroamérica, que se realiza con el objetivo de recaudar fondos para Hogar Siembra, una fundación que ayuda a niñas que se encuentran en riesgo social.
Al entrar a la feria de arte contemporáneo encontrará 2.000 metros cuadrados apropiados por obras de artistas nacionales como Fabio Herrera, Héctor Burke, José Pablo Solís, entre otros, intercaladas con piezas de artistas internacionales como Carlos Medina y Carlos Cruz-Diez (Venezuela), Luis González Palma (Guatemala), entre otras figuras.
En total, se podrán ver más de 150 obras de arte de 132 artistas procedentes de Suramérica, Francia, el Caribe, Estados Unidos e Israel, así de nuestra región centroamericana.
También habrá visitas guiadas, actividades educativas como talleres para niños y conferencias y charlas.
El programa se dará a conocer días previos a la inauguración en su página de Facebook de la feria (puede buscar como “ Valoarte”).
Esta edición de Valoarte propone una muestra mucho más depurada, que consiga articular diversas manifestaciones contemporáneas como la escultura, la pintura, la fotografía, el video-arte y el arte conceptual, así como instalaciones y performance.
Miradas. Dentro de la exposición, hay tal variedad de obras que muchas capturan la atención a la vez. Se expone una pieza del venezolano Carlos Cruz-Diez, uno de los precursores del arte cinético, que juega con el movimiento del espectador.
Otro gran artista en la muestra es Carlos Capelán (Uruguay), quien muestra obras pictóricas que son el resultado de años de producción disciplinada y casi compulsiva en la creación de retratos gestuales, así como en la interrogación de temas como la identidad y el territorio.
Otro de los tantos artistas que sobresale es el costarricense José Sancho, un escultor que marca uno de los puntos de transición hacia el arte contemporáneo en las prácticas escultóricas, dejando una serie de obras que hoy día son patrimonio del quehacer artístico del país.
Avenida Escazú.
Ubicación: Edificio 101, segundo piso.
Horarios: De martes a sábado de 12 m. d. a 8 p. m., domingos de 11 a.m. a 6 p.m.
Entrada el sábado: ¢5.000. Después de la inauguración la entrada tendrá un costo de ¢1.000.