C omo todo en el Caribe, sus postres son un crisol cultural y un resumen de historia. Como todo en el Caribe, esa repostería tiene un sabor único y distintivo: ese dulzor de las costas limonenses se siente en una probadita de sus dulces.
La repostería limonense no se compone únicamente de pan bon, plantain tart y queque de yuca, populares dentro y fuera de la provincia. “En estos postres se mezclan ingredientes típicos de Costa Rica con ingredientes exóticos”, comenta Lil Camacho de Pass, socia del restaurante Dreadnut (Guachipelín de Escazú) y creadora de muchas de sus recetas. Canela, clavo de olor, jengibre y fruta de pan se combinaron con cultivos locales y, con el tiempo, se fueron incorporando a la repostería y a los platos fuertes.
“Estos fueron productos que se trajeron con la llegada de los trabajadores para la construcción del ferrocarril. Aquí había productos como la yuca o el plátano, pero al venir otras personas del extranjero, empezaron a sembrar productos que estaban acostumbrados a consumir”, explica Camacho.
“La gente piensa que todo lo caribeño es pesado, grasoso y engordante, pero al ser productos muy naturales, se crea un balance saludable”, dice la chef.
Su abuela, Clara de Pass, vivió por más de 40 años en Cahuita, y allí aprendió las recetas tradicionales de la región. “Son postres muy distintos y muy ricos, muchos de ellos hechos a base de coco”, comenta. Entre otros dulces, recuerda las melcochas bicolores – quienes hayan viajado en tren al Atlántico saben bien cuáles son–, dulces de papaya verde y queques de yuca y de fruta de pan.
“Plátano maduro, canela, clavo de olor, jengibre, tamarindo, chile panameño, tapa de dulce, piña, yuca...”, enumera Lil. Entre los platillos que prepara están helados de tamarindo con chile panameño y de maracuyá y coco, y rollitos de plátano maduro con relleno de dulce de leche, bañados con una miel de especial sabor caribeño.
¿Por qué retomar estos ingredientes que al paladar del valle Central saben tan exóticos? “Hacía falta que las generaciones nuevas conocieran lo que se estaba perdiendo con ese tipo de comidas”, señala la chef. Así, experimenta incorporando nuevos ingredientes a conocidas recetas, y dando toques de jengibre y clavo de olor a sus dulces... Son aromas que forman parte del ambiente del Caribe.