El pintor costarricense Gonzalo Morales Sáurez falleció el viernes en horas de la mañana en su casa de habitación en Sabanilla de Montes de Oca. Tenía 72 años.
Rosa Morales, hija del artista, confirmó a Viva que su padre murió tras sufrir un infarto. “Murió de un infarto, pero estaba dormido. Se fue como los grandes, como todo el mundo se quiere ir”, dijo la familiar del pintor.
El cuerpo de Gonzalo Morales se veló durante la tarde y noche del viernes y sus honras fúnebres tuvieron lugar en el camposanto La Piedad, en Desamparados, el sábado. Sus restos descansarán en el Cementerio General, en el corazón de San José.
“Verdaderamente ha sido difícil asimilar el fallecimiento de mi padre porque él no estaba enfermo. Perdemos a un gran padre, a un gran hijo, a un gran hermano, a un gran abuelo, y Costa Rica perdió a un gran artista nacional”, refirió Rosa Morales.
Gonzalo Morales vivió un matrimonio de casi 40 años con Nieves Mateo. Juntos procrearon a tres hijos: Rosa, Antonio y Bernardo. Además era abuelo de María Fernanda, Marcelo, Sebastián.
Como artista, don Gonzalo fue reconocido por el retrato que le realizó al cuatro veces presidente de la República Juan Rafael Mora Porras (Juanito Mora). También se le recordará por sus trabajos hiperrealistas que se pueden encontrar en distintos museos de América Latina.
En sus obras, el pintor solía retratar escenas con muebles, cajas de embalaje, fachadas antiguas, patios, salas o espacios deshabitados, utilizando estas imágenes para iluminar las partes previamente inexploradas de la vida cotidiana.
Algunas de las pinturas más famosas de Morales incluyen Jacket de cuero, que pintó en 1975. Morales Sáurez inició su formación con la guía de su padre, Gonzalo Morales Alvarado (1905-1986), quien desarrolló una obra academicista de acento bucólico.
Posteriormente, Morales Sáurez estudió grabado calcográfico en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid (1970-1974), y aprendió la técnica de la pintura al fresco en el monasterio románico de San Cougat del Vallès, en Barcelona.
En honor a su larga trayectoria, el 8 de febrero del 2016 don Gonzalo recibió la medalla de oro de la Academia Morista Costarricense.
Armando Vargas, encargado de la Academia Morista, recordó ayer que el tributo fue en reconocimiento por llevar el arte del retrato en la sangre.
“Él hizo varios retratos de don Juan Rafael Mora, especialmente uno en el 2011 que se llevó a la Galería de Patriotas Latinoamericanos que estaba en la Casa Rosada en Buenos Aires (Argentina), retrato que luego fue reproducido y está hoy, por disposición del Consejo Superior de Educación en los 5.000 centros educativos del país”, comentó Vargas.
Según dijo Armando Vargas a él le encomendaron conversar con don Gonzalo para conocer cuánto se le debía pagar por los derechos de autor para replicar la pintura en las escuelas y colegios de Costa Rica. “La respuesta que me dio fue: ‘La pregunta está equivocada. La pregunta debería decir: ¿cuánto deberé pagar yo por el honor de que una obra mía esté en escuelas y colegios de todo el país’. Me parece que esa breve anécdota retrata el espíritu generoso patriótico de un artista que se distinguió como retratista, pintor de la escuela hiperrealista y como el costarricense que tanto quiso a su tierra”, agregó Vargas.
Armando Vargas reflexionó que si bien el fallecimiento de don Gonzalo representa una gran pérdida para el arte costarricense, consideró que su legado debe permanecer y continuar trascendiendo. “Murió con los pinceles en la mano y con el alma de creador en todo su esplendor”, terminó Vargas.