Hay postres a los que les encanta ser escandalosos: llaman la atención porque saben que son deliciosos. Así es el Red Velvet Cake, un postre que con su tintura escarlata seduce y deleita.
Tres sabores fuertes se mezclan para darle al Red Velvet Cake ese gusto particular: la vainilla de base, una insinuación de chocolate y el lustre de queso crema.
El resultado es un postre suave, ligero y esponjoso que puede enriquecerse con pequeños cambios a la receta original, como añadiendo más sabores o variando la composición del lustre.
“Es sencillo, por eso es muy bueno: hay personas a quienes no les gustan mucho las cosas dulces”, señala Emily Wilson, de Sweet Sensations.
La receta se originó en el sur de Estados Unidos, probablemente en la segunda mitad del siglo XIX. Hacia 1890 se introdujeron los primeros colorantes de alimentos, y en alguna cocina sureña nació esta delicia.
Curiosamente, a mediados de los años 20, el Hotel Waldorf-Astoria de Nueva York afirmó que había sido creado en su cocina, y así el queque adquirió fama de postre de alta categoría.
Durante la Segunda Guerra Mundial, con el racionamiento de alimentos, se empezó a utilizar la remolacha como colorante rojizo para el postre.
¿Cuál es el secreto de un buen Red Velvet Cake? Para Francisca Cheng, de FCH Sweetness, está en la proporción de harina y chocolate. “Tiene que estar muy exacto, para que tenga un gustito apenas y que no afecte al sabor de vainilla”, explica.
Para Cheng, una o dos cucharadas de chocolate bastan para cada taza de harina. “Para mí, la mejor cualidad del queque es que es muy suave. Es importante que siga las instrucciones y que no lo deje demasiado tiempo en el horno”, señala Wilson.
Ricardo Ruiz, de Bistro 77, señala que lo principal es hacer el postre desde cero: cuidar la mezcla y sus ingredientes.
Para el colorante, Ruiz recomienda: “Cualquier tipo de colorante que sea menos dañino, que no sea rojo 40”. Además, asegura que un queso crema suave (tipo Filadelfia, por ejemplo) es ideal para que su sabor no opaque al del queque.
Existen múltiples variantes del queque. En nuestro país, de hecho, la versión que se encuentra con mayor facilidad en reposterías y cafés es en forma de cupcake .
En Sweet Sensations, por ejemplo, se sirven el Red Velvet Cake tradicional, uno con relleno de frambuesa y lustre de chocolate blanco, y un cupcake similar.
Asimismo, se pueden realizar “imitaciones” que son, en realidad, cheesecakes , con un sabor más suave pero el mismo tono rojo, como el que preparan en The Pie Factory.
Si desea darle un giro atrevido a la receta, puede agregar un poco de Amaretto o de crema irlandesa. Pruebe el Red Velvet Cake: es un lujo al alcance de la mano.