Los mariscales del décimo noveno Festival de la Luz, el Benemérito Cuerpo de Bomberos, tuvieron su homenaje desde el cielo y la tierra.
Por un lado, el aguacero que cayó fue parte de la celebración y los hizo recordar su entrega y sacrificio al salvar vidas, mientras que desde las aceras y las calles un paciente y empapado público los esperó y ovacionó con intensos aplausos.
Héctor Chaves, director general del Cuerpo de Bomberos, contó que desfilaron 150 de sus muchachos. Cada uno llevaba un banderín en donde tenía impreso cada año de vida de esta institución, desde 1865.
“Estamos muy felices por este reconocimiento que se le hace a nuestra organización. Es sinónimo de toda una trayectoria de muchas generaciones que han dado lo mejor para que el Cuerpo de Bomberos sea lo que es hoy”, dijo el director.
Como si fuera un museo en movimiento, el Cuerpo de Bomberos les mostró a los costarricenses algunas de sus máquinas más antiguas, que han apagado incendios en sus 150 años de existencia. Tampoco faltaron los carros más modernos y equipados a la fecha.
Además, también desfilaron su escolta y la banda compuesta por 50 integrantes.