AC/DC ha sobrevivido a todo, desde el fallecimiento de su cantante Bon Scott, en 1980, hasta las múltiples sentencias de los jinetes de la nostalgia que han anunciado, durante décadas, la muerte del rock.
Como seres musicalmente inmortales, estos australianos cada cierto tiempo se ponen a pulsar la esencia pura del hard rock con nuevos movimientos y producciones, con lo cual generan una alegría que comparten millones de fans alrededor del mundo.
Por eso, no es de extrañar que –luego de las tantas noticias recientes que podrían poner en jaque a cualquier banda de novatos– un nuevo álbum del quinteto esté pronto a arribar a las tiendas, bajo el título Rock or Bust, cuya traducción libre podría ser “roquea o fracasa”, una suerte de eslogan que bien podría resumir los 40 años de carrera de la banda.
El disco, el cual se coloca como el décimo sexto de su discografía, saldrá a la venta este viernes 28 de noviembre, bajo el sello Columbia Records. Será el primero en la historia de AC/DC en el que no habrá participación del guitarrista rítmico Malcolm Young (uno de sus integrantes fundadores, junto a su hermano, el guitarrista principal Angus Young).
Aguas turbias. Luego de 41 años de formar parte del conjunto, Malcolm Young anunció su salida de AC/DC en abril, en aras de velar por su estado de salud, luego de luchar varios años contra la demencia. No obstante, todo quedó en buenas manos: su sobrino, Stevie Young, lo reemplazó en la grabación y formará parte de la próxima gira mundial de la agrupación.
“Esperábamos que su enfermedad se estabilizara y que fuera capaz de trabajar, pero, al final, él se dio cuenta de que no podía aportar más”, comentó Angus en una entrevista con la agencia de noticias EFE. “Su estado de salud, desde el punto de vista físico, ahora mismo es bueno y es atendido con los mejores medios”.
Brian Johnson, cantante, dijo en una entrevista con Ultimate Classic Rock: “Malcolm hizo un solo comentario, y cuando Malcolm habla uno usualmente escucha. Él nos dijo: ‘Sigan haciendo música’. Él sabía lo que le estaba pasando. Es el hombre más fuerte que he conocido en mi vida, y el tirador más directo con el que he conversado. (...) No quería un monumento, solo quería que siguiéramos tocando música”.
Resuelto ese dilema –y con la constancia de que Malcolm sigue siendo un artista cercano al grupo–, a comienzos de noviembre (cuando faltaba menos de un mes para Rock or Bust), el baterista Phil Rudd se metió en problemas que pusieron a muchos a dudar sobre el futuro de la banda.
Rudd fue acusado el 6 de noviembre de propiciar el asesinato de dos personas, lanzar amenazas de muerte y poseer marihuana y metanfetamina. Al día siguiente, el cargo de intento de asesinato fue retirado, pero los otros cargos se mantuvieron.
Sobre el caso de Phil y su futuro con AC/DC, Angus manifestó: “Él está en una situación complicada ahora mismo. Antes de los últimos acontecimientos, ya tuvimos algunos problemas, porque se estaba volviendo muy difícil trabajar con él, y eso es algo que aún tenemos que resolver”.
De igual forma, Rudd grabó las baterías de Rock or Bust antes del arresto, del cual ya fue liberado. El músico se encuentra a la espera de que el caso se resuelva en instancias judiciales.
En la entrevista con EFE , Angus dejó entrever que la suerte del baterista no afectará de ninguna manera la realización de la gira mundial que la banda tiene planeada para el 2015, justamente en promoción de Rock or Bust.
Rudd forma parte de la agrupación desde 1975, pero en 1983 fue despedido por sus problemas con el alcohol y la violencia, hasta que regresó a sus filas en 1994.
Lo nuevo. AC/DC presentará esta semana el disco más corto de su carrera, con duración aproximada de 35 minutos a lo largo de 11 canciones que mantienen vivo su ímpetu por el hard rock y lo intrínseco de la música blues .
La experimentación y el desarrollo de un sonido que abarque muchas más gamas musicales que el hard rock nunca ha sido un fuerte del grupo australiano, y este disco no será la excepción. “Lo que siempre hemos querido es hacer canciones que la gente reconozca desde el principio como temas de AC/DC”, reveló Angus.
Guitarras, bajo y rock : eso es todo lo que necesita la agrupación para no decepcionar a sus fans, y partiendo de los sencillos que se estrenaron antes del lanzamiento del disco –Play Ball y Rock or Bust–, no proliferarán los desencantos en ese sentido.
Si bien Malcolm Young no grabó las guitarras del disco, su hermano Angus ha comentado que las composiciones están basadas en dinámicas que ambos tuvieron para discos anteriores y que Stevie se acopló a la perfección.
“Una cosa muy importante sobre AC/DC es el asunto de las guitarras a los lados izquierdo y derecho, y Stevie entendió esto. Él usó las mismas guitarras, con el mismo equipo, y encontró el mismo sonido. Tiene su misma sangre, y se nota”, dijo a la Rolling Stone el bajista Cliff Williams.
Rock or Bust llegará al mercado más de seis años después del lanzamiento de Black Ice, pasado álbum de música inédita de la banda, y representa el final de un esfuerzo que la banda viene generando desde mayo del 2011, cuando se comenzó a hablar del disco.
Ahora, con la gira mundial en sus narices, AC/DC enfrenta el dilema de no saber si esta será su última producción, ahora que Malcolm Young podría no regresar.
Legión. Sea o no Rock or Bust el último disco del grupo, la huella que AC/DC ha dejado en el mundo del rock es imborrable. Se trata de uno de las agrupaciones con mejores ventas de todos los tiempos y acreditado como uno de los pioneros de la música heavy metal.
La banda se formó en 1973 por los hermanos Young, en Sídney, Australia, quienes hasta abril del 2014 fueron los únicos dos miembros constantes de la alineación. En 1975 salió High Voltage, su álbum debut, con el que se pusieron en el mapamundi del rock.
Su primer pico de popularidad llegó en 1979, con el clásico disco Highway to Hell, el cual se convertiría en la última grabación de su cantante de entonces, Bon Scott, sustituido por Johnson.
Tras ese momento estrepitoso, el quinteto grabó su sexto disco, Back in Black, y tomó fuerza inesperada, lo cual convirtió a ese disco en una leyenda. Hoy por hoy, Back in Black sigue siendo el segundo disco más vendido de la historia (empatado con Dark Side of the Moon, de Pink Floyd).
En la década de 1980, la banda publicó cuatro discos más, con pocas pausas entre un material y otro, pero, a partir de 1990, sus lanzamientos fueron más reducidos: The Razor's Edge (1990) y Ballbreaker (1995), para luego regresar en el 2000 con Stuff Upper Lip y aguardar hasta el 2008 para editar Black Ice.