Cuando una sombrilla y una capa de lluvia son invitadas obligadas a un concierto, la gente se enfría y los productores del ‘chivo’ no hacen más que arrugarle la cara al mal tiempo.
Pasó ayer. Implorar por un poco de sol o, al menos, el cese de una lluvia sin tregua fue necesario este sábado 27 de junio , en el concierto Generación Z de VM Latino . A pesar de todo, esta actividad musical evolucionó del frío al calor en la plaza de la Democracia.
Costó que se fuera la lluvia pero, aún así, lo que parecía imposible de calentar comenzó a hervir en horas de la tarde, gracias al talento y buena vibra de bandas como Akasha, Ojo de Buey, La Milixia y el siempre querido Sonámbulo .
Desde las 10 a. m., hora en que comenzó el concierto con las mezclas de DJ Marco, el concierto fue acompañado por una fría lluvia/llovizna que paró solo por momentos.
En las gradas de la plaza, el público se sentó inmóvil para refugiarse bajo paraguas y abrigos. El panorama era gris; sin embargo, el show tenía que continuar y así fue.
La primera banda en tocar fue Avanti Luz; con su reggae latino intentó que la gente se moviera y entrara calor. Su meta la conquistó a medias.
Fue la banda Akasha, que a eso del medio día y con su dosis de rock alternativo, logró el milagro musical y al ejecutar Alunizar arrancó las primeras ovaciones de la jornada.
Temas como El último día de noviembre –balada de su más reciente disco– y Nunca más lograron hacer conexión con los seguidores del grupo que se acercaron al lugar de la fiesta.
Ya con un ‘pelo de gato’ sobre el público, las cabezas sacudiéndose y los pequeños slams comenzaron a apoderarse del concierto Generación Z. Con Descriptar , Akasha puso la cereza del pastel.
¡Rapear! Cripy, rapero de las letras críticas, cambió radicalmente el tono del show y tendió la alfombra para que llegara Toledo. Contra todos los pronósticos, Cripy fue el primero en lograr que la audiencia gritara: ¡Otra, otra! Por supuesto, él complació.
Con el público ambientado, a Toledo le fue fácil meter a la gente en su juego de palabras y ritmos pegajosos. ¿Dónde esta mi plata? , ¿Quién es esa chica? y Quítese la chema –a dúo con Banton– fueron parte del repertorio.
Movido zarpe. Con la lluvia atacando de nuevo, a eso de las 2:25 p. m. la banda Entrelíneas pasó por el escenario sin pena ni gloria. Temas de cosecha propia y alguno que otro cover fueron su receta musical.
Fue el reggae fusión de Ojo de Buey y la gran energía de La Milixia las que terminaron de calentar a una audiencia más nutrida y más dispuesta a la música.
Con piezas como Un tiempo mejor –tema de tonos salseros– y Dime la verdad , Ojo de Buey matizó a su gente.
La Milixia, por su parte, sacó la tarea con canciones de sus discos y también covers , como Nubes , de Caifanes.
Con Sol latino , La Milixia logró poner a delirar a sus fans.
Como es costumbre fue Sonámbulo el grupo que puso a hervir el lugar. La plaza de la Democracia entera se unió para gozar el esperado ritmo psicotropical y corear temas como Agua , Amor de cafetal y El último Bikitín , entre otro éxitos.
Timbales, guitarra, trompeta y sax; una mezcla de sonidos para gozar, brincar y no dejar de moverse. Eso es Sonámbulo, banda que, en sincronía con la naturaleza, tocó en el momento justo en que un último rayito de sol se asomó sobre las montañas josefinas.
El cierre estuvo a cargo deGandhi, que despidió a la Generación Z con muy buen ambiente y manos extendidas hacia el cielo.