Tras la finalización de la Primera Guerra Mundial, los cambios sociales en el mundo llegaron. Las mujeres comenzaron a ejercer un papel importante en el desarrollo económico y abrieron el camino hacia la liberación femenina.
El servicio Netflix volvió los ojos a esta historia para recordar el escenario de esta década tan importante en la historia de las mujeres para grabar su nueva serie: Las chicas del cable.
Esta es la primera producción española para Netflix y narra la historia de cuatro emprendedoras señoritas que comienzan a trabajar en una compañía telefónica.
La ficción, ambientada en la España de 1928, presenta a Lidia (Blanca Suárez), Carlota (Ana Fernández), Ángeles (Maggie Civantos) y Marga (Nadia de Santiago), quienes lucharán contra las etiquetas y contra ellas mismas para conseguir su independencia.
En medio de luchas de poder, envidia, celos y traiciones, las operadoras de los cables telefónicos tratarán de que su desempeño laboral las lleve al éxito; pero para lograrlo deberán incluso dejar de lado su amistad y las relaciones sentimentales para alcanzar sus metas y destacar en un mundo dominado mayormente por los hombres.
Las cuatro protagonistas llegan a la compañía telefónica con historias de vida muy diferentes entre sí, esto provoca que cada episodio –de los ocho pactados para esta temporada– muestre las personalidades y luchas de cada una.
La ambientación de época y la historia de la revelación de la mujer llegan de la mano de Ramón Campos y Teresa Fernández Valdés, productores de Gran Hotel y Velvet.
Además de la narrativa, el vestuario es uno de los puntos más importantes para lograr que la audiencia se sienta identificada con la época. Para Las chicas del cable se realizó una importante investigación en el papel que jugaron la ropa y la moda en la liberación femenina de esos años. La figurinista Helena Sanchís fue la encargada de recopilar todo lo históricamente válido para representar de la mejor manera el papel de la mujer en los años 20.
Véalo. Viernes 28 de abril. Netflix