SAN FRANCISCO, EE. UU. EFE. El gigante informático Apple celebra hoy su 30.° aniversario convertido en un ícono cultural tan conocido por su omnipresente reproductor de música iPod como por los ordenadores con que saltó a la fama.
Esta 'manzana' ha dado tantos frutos en estas tres décadas que resulta raro evocar sus modestos orígenes, cuando Steve Jobs tuvo que vender su furgoneta y Steve Wozniak desprenderse de su calculadora científica para conseguir los fondos que les permitieron plantar la primera semilla.
De esta semilla creció Apple II , al que siguieron Lisa y, en 1984, Macintosh , una máquina que, al incorporar las últimas innovaciones del momento, como el ratón, el interfaz gráfico y la impresora láser, puso la publicación de textos al alcance de las masas.
De colores. Años después llegó el computador iMac de colores, un producto que transformó el concepto del ordenador tradicional y, no menos importante, el paso al sistema operativo basado enteramente en Unix (el OS X).
Este fue un cambio que ayudó a la compañía a situarse como líder de diseño y que, en tiempos más recientes, le ha permitido actualizar su software más de cuatro veces, mientras que Microsoft sufre con su Windows Vista, cuyo lanzamiento ha vuelto a retrasarse.
Posteriormente vino el reproductor de música iPod y con él Apple conquistó al mundo.
Hoy esta empresa se apoya en una legión de fieles que siguen religiosamente los dictados de lo que a veces más parece una secta que una empresa de tecnología. Algunos llegan a tatuarse el logo mientras que a otros les da por buscar ligue en las tiendas de diseño de la empresa: como un equipo de relaciones públicas que trabaja gratis.
Pero no todo es positivo. Múltiples organizaciones de defensa del medio ambienta aseguran que la política de reciclaje de la empresa deja mucho que desear.
El grupo ecologista Computer Takeback dice que "la manzana está podrida", un lema que alarma a los seguidores de Apple.