Abangaritos y Manzanillo, Puntarenas
Las autoridades recomendaron este jueves frenar la pesca, el consumo y la venta de pescado proveniente de Abangaritos y Manzanillo de Puntarenas, como medida de precaución por la muerte de miles de peces en la costa de estas comunidades en el golfo de Nicoya.
Así lo dieron a conocer Daniel Salas, jefe de Vigilancia de Salud; Bernardo Jaén, director General del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) y Gustavo Meneses, presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca).
La decisión se tomó luego de una reunión con representantes del Incopesca, Senasa y el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae).
Además, hicieron un llamado para que los turistas "no se bañen" en el mar.
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La medida se mantendrá vigente hasta que terminen de analizar las muestras orgánicas de peces y de agua que tomaron las autoridades el miércoles.
Los representantes de las instituciones comentaron que el caso es aislado, pero aseguran que en otros países se han dado casos similares con otras especies.
"Creemos que es algo puntual, pero debemos tomar medidas de precaución hasta que tengamos un resultado de las pruebas", explicó Salas.
El Servicio Nacional de Guardacostas seguirá monitoreando el mar en los próximos días, con el objetivo de determinar si aparecen más peces muertos o si solo se mantienen los hallados en playa Ensenada y Manzanillo.
"La Universidad Nacional (UNA) va a analizar el agua, mientras que Senasa se encargará de analizar los residuos del sistema digestivo del animal para ver si hay algo que les afectara", comentó Jaén.
Este 15 de febrero, el hedor despertó a vecinos y turistas de playa Ensenada, la cual se ubica a 6 kilómetros del centro de Abangaritos.
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En un recorrido hecho por un equipo de La Nación este jueves por el muelle de Manzanillo de Puntarenas y el manglar y la playa Ensenada se pudo comprobar que los peces muertos permanecen en las orillas de la costa.
En el manglar la situación es más notable, incluso, varios zopilotes devoraron la especie.
La cantidad de moscas postradas sobre los cadáveres aumenta con el paso de las horas y de momento las autoridades coordinan para remover los restos.
Varios peces fueron arrastrados por la marea y se observan en el mar, pero la necesidad de buscar una solución pronto para evitar afectaciones en la salud de la población mantiene ocupadas a las autoridades.
"La zona es fangosa, entonces debemos ver cómo los vamos a extraer. Estamos coordinando con las municipalidades", afirmó Salas.
En tanto, Meneses dijo que en un recorrido determinaron que el 85% de la costa está limpia y que solo hay un 15% de restos a la orilla del mar, por lo que esperan que para mañana la mayoría de peces estén desintegrados.
A las 3 p. m. el Incopesca entregó a la estación biológica marina de la Universidad Nacional (UNA) varias muestras de agua tomadas a diferentes profundidades de playa Manzanillo y la Ensenada.
Emilia Calvo, experta que se encargará de los análisis de agua, comentó a La Nación que la evaluación la ejecutarán la mañana de este viernes y que para la tarde esperan tener los resultados.
Además, se evaluarán algunos peces que fueron entregados a la casa de enseñanza.
Rosa Soto, quién se encargara de examinarlos, replicó que será la tarde del viernes cuando estén los resultados.
Preocupación por el impacto
La preocupación por las consecuencias del fallecimiento de los peces se extiende por Abangaritos y llega incluso hasta Costa de Pájaros.
En el muelle de Manzanillo (Puntarenas), el pescador Carmen Arguedas afirmó que este jueves divisaron más peces muertos, pero esa versión no ha sido confirmada de manera oficial.
"Ese pez nosotros lo usamos como carnada. Nos preocupa que son muchos los que mueren (...). Creemos que se trata de una sobrepoblación que hizo que todos murieran, pero hay que ver qué dicen".
Marco Guevara, pescador de Costa de Pájaros, mencionó que el caso generó impacto en la zona y que en la región donde vive no hubo muertes.
"Nosotros no nos hemos visto afectados, pero son muchos los peces muertos", mencionó.
Por su parte, Manuel Jiménez, quien toda la vida se dedicó a la pesca, afirmó que la cantidad de peces es sorprendente y que en sus 72 años no recordaba algo similar.
En el hotel Ensenada Lodge la molestia por el hedor sorprende a los turistas, unos 40 en total y todos extranjeros.
Ya recibieron una cancelación del servicio. "Las agencias están asustadas, aún no nos dicen si debemos tener alguna precaución o cuidado", afirmó Giancarlo Tretti, cuya familia es dueña del establecimiento.
En la escuela Abangaritos no hubo clases este jueves por falta de agua, pero el director del centro educativo, Rodjan Carrillo, aseguró que le preocupan las plagas que puedan desatarse por la presencia de peces muertos en la costa.
"Las autoridades no nos han dicho qué hacer. Estamos preocupados por las consecuencias posteriores. El olor es fuerte y molesto, pero si regresa el agua (a la escuela) trabajaremos con normalidad", agregó.
Ya los padres de familia han expresado su preocupación y quieren saber si deben enviar a los niños a clases.