El arte transformó a 20 casas del barrio Iglesias Flores –ubicado 300 metros al oeste de la antigua Botica Solera– en un inmenso y colorido cuadro que atrae las miradas de los transeúntes y pasajeros de los vehículos en esa entrada a San José.
Este es el resultado de un proyecto llamado Casas Pintadas , que la artista Carolina Guillermet le propuso a la Municipalidad de San José y que realizó como parte del programa Arte en espacios públicos, del gobierno local.
Tras dos meses de trabajo, Guillermet logró transformar una zona muy deteriorada y sin ningún atractivo especial en una enorme pintura que rompe la monotonía.
“Este es un proyecto de arte y de proyección social, ya que se hizo con el apoyo de los vecinos de la comunidad”, dijo la artista.
Color a la vista. El diseño comprende todas las casas, no solo sus fachadas, sino también los costado, las gradas y –en ciertas ocasiones– hasta el techo.
Lo que impera y salta a la vista es un enorme colorido, tomado de los alrededores del barrio, según afirmó Guillermet.
“La idea fue envolver toda la cuadra y transformarla en un cuadro vivo. En un solo bloque que la gente puede disfrutar, caminar y donde la gente pueda sentir sentido de comunidad y de ciudad”, agregó .
Johnny Araya, alcalde de San José, expresó ayer en la inauguración de Casas Pintadas que esta es una propuesta sui géneris donde el arte contribuye a la regeneración urbana de la capital.
“Me entusiasma la idea de que pronto podamos desarrollar el proyecto en otros barrios como México o Luján”, manifestó.
Vecinos felices. Los vecinos de las 20 casas del barrio Iglesias Flores quedaron contentísimos con el proyecto artístico.
Y es que la iniciativa no solo consistió en pintar con un diseño de Carolina Guillermet. Primero se lavó todo, se lijaron todas las superficies y se hicieron muchas reparaciones para que las Casas Pintadas pudieran exhibir su nueva cara.
Se puso una canoa por aquí, se le quitó el óxido a unas latas de zinc por allá, se arregló la fachada de un sitio abandonado por acullá, entre muchos de los trabajos realizados.
El espectador descubrirá allí no solo la dignidad de muchas casitas humildes, sino también una talabartería, un taller y una venta de muebles.