Beber cinco tazas de café al día puede ayudar a las personas a prevenir el cáncer de hígado, de colon y hasta la diabetes pues el café posee una fibra alimenticia única llamada melanoidina que favorece la salud del sistema digestivo, endocrino y excretor.
Así lo reveló esta semana el químico italiano Vicenzo Fogliano, de la Universidad de Nápoles Federico II, quien tiene más de cinco años estudiando este brebaje y más de 10 años analizando la actividad antioxidante de los alimentos en un proceso llamado la reacción Maillard, responsable de dar color y sabor a los alimentos.
Tras años de estudio, Fogliano asegura que es hora de derrumbar los mitos sobre el café y sus efectos dañinos. “Se dice que el café es nocivo para la salud por la cafeína; sin embargo, esta solo representa el 1,3% de los compuestos de esta bebida y hay otros más que son beneficiosos”, recalcó.
Razones. El científico asegura que estudios in vitro (con órganos artificiales) muestran cómo la melanoidina del café tiene una función probiótica, es decir, que regula la función intestinal.
La melanoidina se forma por la reacción del azúcar y las proteínas (aminoácidos) cuando el grano de café se tuesta.
Además, Fogliano agrega que el consumo de esta bebida ayuda a prevenir la diabetes hasta en un 50% de los casos, porque estimula la producción de saliva, jugos gástricos y de bilis. La diabetes seda cuando hay deficiencia de estas.
Finalmente, el científico defiende que no hay ningún motivo para limitar el consumo de café en personas con debilidades hepáticas pues el café es rico en antioxidantes, y en estas enfermedades hay un fuerte estrés oxidativo.
Fogliano hace la salvedad de que existen dos tipos de café: el arábigo, que es el que se cultiva en Costa Rica por su calidad y aroma), y el café robusta, de granos menos perfumados. El científico aclara que el robusta tiene el doble de cafeína, y que el café expreso tiene menos cafeína, por lo que se puede beber hasta siete tazas al día.