Costa Rica figura a nivel internacional como un país receptor de migrantes, sobre todo, de nicaragüenses y colombianos.
Mientras naciones centroamericanas, como El Salvador y Guatemala, tienen hasta un 15% de su población fuera de sus fronteras, Costa Rica “expulsa” a menos de un 3% de su gente.
“Costa Rica es un país históricamente receptor. Los nicaragüenses vienen tras empleo y colombianos dejan su país a causa de su conflicto armado”, señaló Patricia Salgado, representante auxiliar en Costa Rica del Fondo de Población de las Naciones Unidas.
Según la Encuesta de Hogares, en el país hay 242.000 nicaragüenses, pero el ritmo de crecimiento de esa población migrante bajó de un 11% en el 2003 a un 3% en el 2005.
Los especialistas del Fondo de Población de las Naciones Unidas mostraron su preocupación porque llegan al país mujeres que son explotadas en actividades de índole sexual.
Pero el país figura como ejemplo por la existencia de un sindicato que protege a las ticas y foráneas que se ganan la vida como empleadas domésticas.