Medir la cantidad de virus del sida presente en la sangre es insuficiente para conocer cuán afectado está el sistema inmune de las personas infectadas.
Un estudio publicado por la revista JAMA mostró las limitaciones de este examen, llamado prueba de carga viral.
La prueba mide la cantidad del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en la sangre del paciente.
Este examen, junto a una medición del nivel de células CD4 (células que combaten infecciones), permite conocer la evolución del virus del sida en el organismo.
El estudio desafía la actual creencia de que la alta cantidad del virus de sida en la sangre dispara la pérdida de células CD4, encargadas de combatir infecciones.
Infección. Cuando un paciente presenta una alta carga viral y un bajo número de células CD4, se atribuye el descenso a la alta cantidad del virus del sida en la sangre.
Esto porque el VIH destruye las células CD4 del sistema inmune.
Sin embargo, contrario a lo que se pensaba, solo de un 4% a un 6% de las variaciones en la carga viral se relacionan con cambios en el número de células CD4.
En el resto de los casos, más de un 90%, el declive de las células CD4 no se relaciona con la cantidad de VIH presente en la sangre.
“El deterioro de las células CD4 no es, por lo tanto, una simple consecuencia de la cantidad del virus que circula por el organismo de los pacientes”, indicó el estudio.
El trabajo estuvo a cargo de expertos del Centro de Investigación para Sida del Centro Médico Case en Cleveland, Estados Unidos.
Los investigadores realizaron múltiples pruebas a 2.800 individuos recién diagnosticados con VIH o con varios años de portar el virus en su sangre.
Faltan más estudios. El estudio acentúa todos los aspectos que no se conocen de la infección de VIH.
“¿Qué factores explican el otro 90% (cuando el deterioro de células CD4 no viene explicado por un nivel elevado de la carga viral)”, indicaron los expertos.
Estimar el daño al sistema inmune es crucial para decidir cuándo iniciar la terapia antirretroviral (medicamentos para combatir el virus del sida).
Debido a los efectos secundarios de estos fármacos, los médicos dilatan el inicio de la terapia hasta cuando es necesaria.
“Los datos de este estudio pueden tener profundas implicaciones en nuestra forma de entender cómo el VIH causa la enfermedad y en nuestra manera de manejar a los pacientes”, alertó Benigno Rodríguez, autor del trabajo.