Washington. AFP. La acumulación anormal de una proteína en las células cerebrales parece jugar un rol importante en la esclerosis lateral amiotrófica, conocida como enfermedad de Charcot-Marie-Tooth, y en la demencia frontotemporal.
El análisis tras la muerte de los tejidos cerebrales de 72 personas que sufrían de estos males mostraron en todos los casos un exceso de la proteína TDP-43 en el sistema nervioso central.
La TDP-43 es una de las proteínas que solía relacionarse con la aparición de enfermedades neurodegenerativas.
El estudio logró conectarla directamente con el desarrollo de la enfermedad de Charcot y la demencia frontotemporal.
El trabajo científico, publicado en Science , señala que este descubrimiento abre la puerta a nuevas vías de investigación para comprender el origen de estos males.
El hallazgo también podría conducir a la elaboración de nuevos tratamientos más eficaces.
En la investigación participaron investigadores estadounidenses y alemanes, quienes analizarán ahora el papel que juega la proteína en el desarrollo del mal.
En la ancianidad. La enfermedad de Charcot es también conocida con el nombre de mal de Lou Gehrig.
Afecta el sistema nervioso del individuo, quien llega a perder habilidades motoras y sensitivas en sus extremidades.
De esta forma, el paciente sufre de atrofia muscular.
A diferencia de las distrofias musculares, que dañan directamente los músculos, las atrofias son causadas por daños en los nervios que transmiten las señales del movimiento en el cuerpo.
La otra enfermedad a la cual se conectó la proteína, la demencia frontotemporal, es la segunda causa de demencia más común antes de los 65 años, después de la enfermedad de Alzheimer. Suele afectar a personas entre los 40 y 50 años. Estas dos enfermedades son por ahora incurables.
La expectativa de los científicos es desarrollar tratamientos a partir de la comprensión de las proteínas involucradas en la degeneración de los nervios.