Santiago. AFP. El mundo agonizante de los campamentos salitreros del norte de Chile, el amor y el sexo junto con la varonil convicción de que triunfar en un partido de futbol los acercará a la gloria confluyen en El Fantasista , última novela del chileno Hernán Rivera Letelier.
En su octava entrega -la primera que publica bajo la editorial Alfaguara-, el exminero del salitre devenido en escritor vuelve sobre sus pasos para abordar ese mundo que conoce de sobra y que lo lanzó a la fama hace más de 10 años cuando publicó La Reina Isabel cantaba rancheras.
El Fantasista, presentada por Rivera en Santiago, narra la historia del club de futbol de la oficina salitrera Coya Sur, que debe enfrentar a sus archirrivales de la cercana María Elena en el último partido antes del cierre definitivo de su campamento, poco después del golpe militar que encabezó Augusto Pinochet en 1973.
En ese año el antiguo esplendor del mundo salitrero en el norte de Chile cedía paso a la decadencia, con el sucesivo cierre de las oficinas que por más de 100 años se habían dedicado a la extracción del salitre, otrora riqueza minera del país.
Planteado como "el último duelo antes del fin del mundo", los jugadores de Coya están conscientes de que un triunfo les asegurará la gloria y ven preocupados que los rivales de María Elena los superan en técnica y capacidad de juego.
Por eso observan aliviados la llegada al pueblo de una misteriosa pareja, compuesta por una mujer de ardiente cabello rojo y un hombre que camina con un balón de futbol entre los brazos. Él es un "fantasista", un eximio dominador del balón que, están seguros, los guiará hacia la gloria del triunfo final.
Recuerdos del desierto. "Esta novela es un homenaje a los pampinos que hicieron del futbol su redención", dijo Rivera Letelier (1950) al presentar la novela que el próximo año será publicada en España, México, Colombia y Argentina.
"El futbol, que yo jugué hasta los 20 años, era la única diversión que tenía esa gente que llegó a amansar el desierto más cabrón del mundo. Yo les debía esa novela", reseñó aludiendo el desierto de Atacama, en el norte de Chile.
En la altura de la pampa y bajo un calor infernal, los mineros organizaban duelos futbolísticos entre los equipos de cada campamento.
Con esta novela, Rivera Letelier retomó la temática del salitre después de sus dos últimas historias: Canción para caminar sobre las aguas (2004) y Romance del duende que me escribe las novelas (2005), en las que se alejó del desierto.
Desde que saltó a la fama en 1994 con la Reina Isabel , la regidora de un prostíbulo en un campamento minero, Rivera Letelier publicó además Fatamorgana de amor con banda de música (1998) y Los trenes se van al purgatorio (2000).