El nacimiento de la agricultura parece haber ocurrido hace 11.400 años en Oriente Medio.
Así lo determinó un equipo de arqueólogos botánicos que descubrió restos de nueve higos pequeños y 313 semillas secas de la fruta, enterradas en el suelo de Gilgal I, un pueblo en la base del valle del Jordán, al norte de Jericó, Israel.
El hallazgo ubica a la higuera como el primer cultivo domesticado por el humano. Hasta ahora, se creía que los granos habían sido domesticados primero y que el higo había sido un cultivo más tardío, de hace unos 5.000 años.
Sin embargo, los fósiles de la fruta están fechados 1.000 años antes que el cultivo de los primeros granos, como el trigo y la cebada.
El hallazgo en Gilgal I, ciudad abandonada hace 11.000 años, se publica hoy en la revista Science . La investigación estuvo a cargo de los especialistas Ofer Bar-Yosef, de la Universidad de Harvard (EE. UU), y Mordechai E. Kislev y Anat Hartmann, de la Universidad Bar-Ilán (Israel).
Cambio en la mente. "Hace 11.000 años ocurrió un importante cambio en la mente humana: pasamos de explotar la tierra tal como es a cambiar el entorno de forma activa para que se acomode a nuestras necesidades", señaló Bar-Yosef.
Según explicó el investigador, las personas decidieron intervenir en la naturaleza para abastecer sus necesidades alimenticias, en lugar de depender de solo lo que había sido proporcionado por los dioses.
Este cambio a una vida sedentaria, que dio origen al cultivo de granos como cebada y trigo, marcó un cambio dramático en la historia humana.
Prueba de la intervención humana es que los higos son de una variedad mutante que no cae de las higueras, sino que permanece en ese árbol y con el tiempo se ablanda y se torna dulce al madurar, propiciando su consumo.
Pero, esa variedad de la fruta no produce semillas, la única forma de propagarla es mediante la siembra de estacas del árbol.
"En esta acción institucional de plantar una variedad específica de higuera podemos ver el principio de la agricultura. Este higo comestible no habría sobrevivido de no ser por la intervención humana", concluyeron los investigadores.