Yakarta. Reuters. Los médicos y enfermeros de Indonesia, el país con mayor población musulmana del mundo, no pueden realizar más circuncisiones femeninas.
Esta información fue difundida ayer por el Ministerio de Salud de ese país del sureste asiático.
Algunas comunidades indonesias instan a los padres a cortar parte del clítoris de sus hijas recién nacidas, a pesar de que los grupos islámicos del país debaten sobre la pertinencia de este tipo de prácticas no terapéuticas.
La doctora Sri Hermiyanti, quien preside el consejo directivo del Ministerio de Salud Familiar, dijo que las circuncisiones femeninas simbólicas que no implican daño físico para la niña pueden seguir llevándose a cabo.
“Herir, dañar, cortar el clítoris no está permitido. Estos actos violan los derechos reproductivos de estas niñas y lastiman sus órganos”, dijo la doctora.
Hermiyanti agregó que el anuncio ha estado circulando entre los médicos desde abril.
“Si (los médicos) solo limpian el órgano, eso está bien. Sin embargo, en Indonesia esto casi siempre incluye una forma de corte”, dijo.
Según la explicación de esta funcionaria, tal situación es más cultural que religiosa, ya que muchos clérigos actualmente no incentivan esta práctica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que cada año dos millones de niñas de todo el mundo están en riesgo de ser sometidas a mutilación genital (MGF), una práctica que en realidad precede al Islam.
La OMS asegura que se mencionan innumerables motivos para efectuar la práctica, incluidos los de mantener la castidad y la virginidad antes del casamiento y la fidelidad durante el matrimonio.
La agencia de Naciones Unidas afirma que la mutilación genital es empleada como rito de iniciación de las niñas en la vida como mujeres, para mejorar la higiene o aumentar la fertilidad y promover la “sobrevida” de los niños.