Para el año fiscal del 2007, el Ministerio de Ciencia y Tecnología (Micit) cuenta con un presupuesto de ¢2.275 millones, un 20% más de lo que recibió en el 2006, pero eso no significa que la investigación en nuestro país recibirá más dinero.
El aumento de recursos se invertirá en pagar los salarios de 24 plazas nuevas, alquilar equipo de cómputo para la institución y el alquiler de un edificio –aún sin definir– al que el ministerio trasladará sus oficinas que hoy se encuentran en el edificio del Centro Nacional de Alta Tecnología, en Pavas.
A las diez instituciones adscritas a esa cartera (entre las que están el Conicit, la Academia Nacional de Ciencia, el Ente Costarricense de Acreditación y el Centro de Formación de Formadores) se les ha adjudicado el mismo presupuesto con el que operaron en el 2006, sin tomar en cuenta la inflación ni los aumentos salariales.
Eso ha puesto en aprietos a muchas de estas instituciones. Por ejemplo, el Conicit estima que, con ese presupuesto, afrontará un déficit de ¢70 millones en gastos de operación.
Después de repartir el 60% de su presupuesto a las instituciones adscritas, pagar salarios, gastos operativos, alquilar nuevo equipo y conseguir un nuevo edificio, el Micit se quedará sin dinero para desarrollar proyectos nuevos.
Para el 2007, la ministra Eugenia Flores Vindas dijo tener recursos solo para impulsar dos nuevos proyectos.
Uno será la creación de 160 Centros Comunitarios Inteligentes, locales con computadoras con acceso gratis a Internet. Para financiar este proyecto, Flores buscará donaciones.
El otro proyecto consiste en impulsar el sistema nacional de innovación, una iniciativa que pretende que la tecnología costarricense sea patentada.
A pesar de que el presidente Óscar Arias dijo que procuraría que la inversión en Ciencia y Tecnología ascendiese a 1% del producto interno bruto (PIB), el presupuesto del 2007 lo mantiene en un 0,26% del PIB.