Estocolmo. DPA. Roger Kornberg, galardonado ayer con el Premio Nobel de Química, tenía 12 años cuando participó en 1959 en la ceremonia de entrega del Premio Nobel de Medicina a su padre, Arthur Kornberg.
Arthur Kornberg fue premiado junto al español Severo Ochoa por sus estudios sobre la transferencia de información genética de una molécula de ADN a otra.
Los Kornberg, según la estadística de la Fundación Nobel, son la sexta pareja padre-hijo que ha recibido la distinción en los 100 años de historia del premio.
En 1906, el británico Joseph Thompson recibió el Premio Nobel de Física por sus experimentos sobre la conductividad eléctrica de los gases. Su hijo George recibió en 1937 la misma distinción por el descubrimiento de la difracción de los rayos de electrones en los cristales.
En 1915, los británicos sir William y Lawrence Bragg, padre e hijo, fueron distinguidos con el Nobel de Física por sus estudios de estructuras cristalinas con rayos X.
En 1922, el danés Niels Bohr obtuvo el Nobel de Física por sus investigaciones de la estructura del átomo. En 1975, su hijo Aage recibió la misma distinción por su contribución a la teoría de la estructura del átomo.
En 1924, el sueco Manne Siegbahn fue distinguido con el Nobel de Física por sus descubrimientos en el campo de la espectroscopía con rayos X. Su hijo Kai recibió en 1981 la misma distinción por su aporte al desarrollo de espectroscopía electrónica de alta definición.
En 1929, el Comité Nobel honró al sueco Hans von Euler-Chelpin con el premio en Química por sus investigaciones sobre la fermentación del azúcar. En 1970, su hijo Ulf recibió el premio en Medicina descubrir determinadas sustancias neurotransmisoras.
La más extraordinaria serie de premios Nobel la ha recibido hasta ahora la familia de los científicos franceses Marie y Pierre Curie: la pareja recibió conjuntamente en 1903 el premio en Física por sus investigaciones sobre la radioactividad, y, ocho años más tarde, Marie Curie recibió el premio en Química por haber descubierto el metal radiactivo radio. Su hija Irene y su esposo Frédéric Joliot fueron premiados conjuntamente en 1935 con el Premio Nobel de Química por la síntesis de nuevos elementos radiactivos.