Miles de niños costarricenses saltaron ayer de sus camas muy temprano para celebrar su día.
Desde distintos rincones de las siete provincias del país cientos de menores viajaron ayer a San José para unirse a sus semejantes del área metropolitana y aprovechar la abundante oferta que tiene la capital este fin de semana.
La diversión estuvo variada. Unos niños fueron a las ferias del agricultor o a tiendas y pasaron de regreso por helados y confites; otros, en cambio, desayunaron banano y chile en las múltiples actividades que se realizaron durante todo el día en el Museo de los Niños.
En ese museo hubo circo, música, bailes, comida, mimos y la oportunidad de recorrer las diversas salas del centro.
Hubo también más de 2.000 que participaron del Festival de la Diversión, organizado para niños de zonas urbanomarginales en Hatillo por la Iglesia Ciudad de Dios.
Allí niños de 3 a los 12 años recibieron juguetes, comidas y múltiples consejos mientras participaban en juegos y concursos.
“Estamos muy alegres de poder brindar a estos niños una alegría como esta en su día”, expresó Alexánder Segura, quien es el director general de Ciudad de Dios.
Muchos otros niños fueron a dejar sus sonoras risas al Parque Nacional de Diversiones, donde jugaron entre sí y con los personajes de este centro de recreación.
Ese parque ofreció una promoción denominada 2x1 en la entrada, así como obras de teatro infantiles, conciertos pensados para niños, concursos y juegos.
Festejo. “Hoy me desperté como a las tres de la mañana en mi casa (en Guácimo, Limón) para venir aquí (Museo de los Niños) y me encanta. Quiero jugar mucho, conocer el museo y aprender. Después quiero ir a jugar bola. El Día del Niño se hizo para disfrutar”, expresó el estudiante Berny Burke, de 10 años.
“Hoy amanecí asustadísimo. Me desperté hasta las seis de la mañana y pensé que mi vecino ya me había dejado botado y no iba a tener quién me trajera a Ciudad de Dios. Ahora que estoy aquí quiero jugar y hasta ganarme un premio”, dijo Anthony Mora, de barrio Cuba, San José.
“Yo creo que debería haber un Día del Niño cada mes. Siempre se vale divertirse”, declaró por su parte Catherine Muñoz, de nueve años y vecina de Miramar de Montes de Oro, Puntarenas.
Muñoz y otros 19 menores llevaron sus pinturas al Museo de los Niños. En ellas expresan preocupación por el ambiente y la desintegración familiar.