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En su segunda participación en Venecia -la primera fue en el 2001-, el costarricense Jaime David Tischler presentará la instalación La máquina del tiempo , compuesta por seis fotografías y un video que se activa cada vez que alguien se acerca a la obra.
Cinco de las imágenes se exhibirán en las paredes del Palacio Franchetti, mientras que la sexta estará en un recipiente de metal lleno de agua, donde se destruirá poco a poco. Las seis fotografías nacen tras imprimir negativos semidestruidos intencionalmente por el artista.
En la bienal -además- habrá otra cubeta con agua donde se proyectará un video donde Tischler documentó el proceso de destrucción de una imagen por medio del agua; el proceso tardó dos meses y él lo resumió en minuto y medio.
Todo esto es una metáfora acerca del tiempo y la memoria. "Somos parte de algo que es el tiempo, el cual es efímero, y la memoria es un intento de reconstruir un tiempo pasado", dijo.
Esto va acompañado con una banda sonora en que se escucha la canción Cigarrillos en yiddish -lenguaje hablado por 4 millones de judíos en el mundo-, que le da un tono melancólico.
