Desde hoy, unos 20 bares y restaurantes de la Gran Área Metropolitana (GAM) invitan a sus clientes a preferir bebidas envasadas en vidrio en vez de las botellas plásticas, para así ayudar al ambiente.
La iniciativa lleva por nombre No seas plástico , una campaña ideada por la organización Preserve Planet y motivada por el incremento en el uso de envases desechables que terminan acumulándose en ríos y costas, contaminando las fuentes de agua y perjudicando a la fauna silvestre.
Para Luis Diego Marín, director de Preserve Planet, con este plan buscan concientizar sobre el uso desmedido del plástico y además visibilizar otras opciones que existen, como el vidrio.
“Un envase de vidrio retornable puede reutilizarse hasta 40 veces, lo cual significa que durante su vida útil le ahorrará al ambiente 40 envases desechables de otros materiales. Y, lo mejor, es que al terminar su vida útil, este vidrio puede ser reciclado para fabricar nuevos envases con las mismas características físicas y químicas, lo que le permitirá cumplir otros 40 ciclos de uso”, explicó Marín.
A la fecha se han sumado bares y restaurantes del centro de San José, Escazú, San Pedro, Tres Ríos y Cartago. Los locales exhiben afiches, centros de mesa y portavasos alusivos a la campaña.
Entre los que se han aliado a la idea están Jazz Café, La Buenos Aires, La Magnolia, Terra U, El Taller del Artista, Orale - Fandango, Caccios, el Cuartel de la Boca del Monte, Rafas, La Minita y La Esquina de Pepe.
Solo agua. Theo Peeters, propietario del Jazz Café, no dudó en apoyar la iniciativa. En su establecimiento, lo único que ofrece en plástico es el agua embotellada, y solo porque los clientes lo piden así, aunque existe la opción en vidrio.
“La botella tiene un valor y este debería indicarse en el envase para que la gente no lo bote”, sugirió Peeters, al agregar que el sistema de envases retornables debería mejorar, “incluso en los supermercados nacionales”.
Para el próximo año, Marín apunta a que más locales se unan y extender la idea a hoteles.
No seas plástico se deriva de la iniciativa llamada Playa Botella, que, anteriormente, expuso el trabajo del biólogo estadounidense Wallace Nichols, el artista plástico Francesco Bracci y el fotógrafo guatemalteco Sergio Izquierdo.