Ante todo, este científico es un ciudadano. Por eso, Édgar Gutiérrez Espeleta se acercó en 1994 a tocar la puerta del entonces ministro de Ambiente y Energía para preguntar en qué podía colaborar.
Así se convirtió en asesor ad honórem de René Castro (1994-1998), Elizabeth Odio (1998-2002) y Carlos Manuel Rodríguez (2002-2006).
“Sentía una obligación como ciudadano y si podía ayudar, ¿por qué no hacerlo?”, dice 20 años más tarde y a pocos días de asumir como jerarca del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) en el gobierno de Luis Guillermo Solís.
Gutiérrez es bioestadístico de profesión y experto en biometría forestal.
Se ha desempeñado como académico de la Universidad de Costa Rica (UCR) y consultor de organismos internacionales como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), así como del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
También fue miembro del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), asignado al Grupo de Trabajo III que elaboró el capítulo de mitigación para el Quinto Informe de Evaluación.
Su cargo más conocido fue como cofundador y subdirector del Programa Estado de la Nación.
¿Cuáles serán los temas prioritarios para esta administración?
A pesar de ser un país que le ha apostado muchísimo a la agenda verde y es reconocido mundialmente por eso, el ambiente sigue siendo ajeno a la agenda política.
”El presidente electo, Luis Guillermo Solís, lo dijo: se va a estructurar el Consejo Nacional Ambiental, a la par del Consejo Nacional Económico y el Consejo Nacional Social.
”Este Consejo Nacional Ambiental reunirá a los ministros que tienen que ver con los asuntos ambientales. Eso quiere decir que vamos a estar discutiendo estos temas en el más alto rango político”.
¿Eso posicionaría el ambiente como un tema de desarrollo?
Exactamente, y a eso iba. Precisamente, lo que dicta el artículo 50 de la Constitución Política es que el país no quiere cualquier tipo de desarrollo, sino uno que sea en armonía con la naturaleza y a la vez sea justo, donde haya equidad. Esa va a ser la guía para esta gestión.
”En los últimos 30 años, este país ha tratado –algunas veces por presiones de grupos económicos y otras veces por incapacidad de gobernar– de jugar un partido de fútbol en una cancha de baloncesto con una bola de pimpón y, para peores, en lugar de un árbitro de fútbol lo que tiene es un umpire. Así no se puede hacer gestión pública.
”Es decisión de este gobierno apegarse a lo que la legislación nos dicta. Existe un ministro rector que es el responsable político de la gestión pública y cuenta con una secretaría técnica y estratégica que va a estar viendo el bosque y no los árboles; es decir, va a tener visión de conjunto.
”Esta es una secretaría de inteligencia que tirará las líneas a mediano y largo plazo. Por ejemplo, antes de decidir si queremos o no refinería, primero decidamos la ruta por seguir como país”.
Usted ya se reunió con el ministro René Castro, ¿cómo encuentra el Minae?
Nos encontramos con un ministerio con un gran rezago en cuadros técnicos y en el afinamiento propiamente dicho de la realización de lo que le corresponde de acuerdo con la ley.
”Le doy un ejemplo. Me entero, tras reunirme con el ministro Castro, de que el Minae tiene una Dirección de Energía con grandes responsabilidades y no tiene ni un solo empleado. Las funciones las ha asumido la sectorial de energía, que no es competencia del Minae, cuando debería estar bajo la Secretaría de Planificación que le responde al Consejo Ambiental.
”El Ministerio necesita cirugía mayor, y conversando con el ministro Castro, me cuenta que ha tratado de hacer cosas, pero se ha encontrado obstáculos.
”Sabemos que los recursos son escasos, pero vamos a tratar de que el Ministerio funcione según la ley y para esto vamos a apelar a la excelencia de los empleados y a trabajar de verdad, dotando de músculo técnico, agilidad administrativa y pertinencia en la respuesta.
”En esta administración, todos los que hemos sido designados como ministros tenemos un gran deseo de articular acciones, colaborar y caminar hacia una nueva gestión pública”.
¿Qué contempla esta nueva gestión ambiental pública?
En esta nueva gestión ambiental pública, contemplamos la participación ciudadana.
”Estoy decidido, aunque tengo que consultarlo con el presidente, a habilitar el Consejo Nacional de Desarrollo Sostenible, que tiene una composición multisectorial, para que sirva de foro de discusión sobre estos aspectos estratégicos para el país.
”Ojalá sirva de punto de encuentro para buscar consensos o al menos buscar grandes líneas que nos guíen en la toma de decisiones.
”En la campaña tuvimos una experiencia muy bonita: se constituyó el Pacto Ambiental, que fue un grupo de gente que se reunía para conversar sobre cuestiones ambientales y se constituyeron grupos de trabajo por tema, como residuos, agua o cambio climático. Era de composición abierta y bastaba tener algo que aportar.
”Nos reuníamos de forma voluntaria, nadie nos pagó nada, había mística y el trabajo fue lindísimo porque la gente estaba deseosa de participar y se oyeran sus puntos de vista.
”Eso es lo que queremos mantener, pero dentro de una estructura que tengo que definir para que esas iniciativas populares tengan un cierto protocolo y de allí salgan recomendaciones para el Consejo Nacional de Desarrollo Sostenible. Este luego las pasaría a la Secretaría de Planificación que haría la propuesta al Consejo Nacional Ambiental.
”En otras palabras, eso es incorporar las iniciativas populares a la decisión política”.
Si nos trasladamos cuatro años en el futuro y usted estuviera por dejar el cargo, ¿con qué cree que se iría satisfecho?
Yo soy de visiones macro, así que me iría satisfecho si la materia ambiental está contemplada en la agenda política. Me iría satisfecho sabiendo que hay una visión de mediano y largo plazo en temas como agua, mares, costas y humedales, energía e hidrocarburos. Además, que esas visiones fueron construidas desde la ciudadanía.