La semana pasada, Costa Rica llegó a cumplir 110 días seguidos de iluminarse solamente mediante energía renovable que se desprende del viento, el agua y los volcanes.
Con ello, el país rompió su propio récord alcanzado en el 2015, cuando logró acumular 94 días consecutivos de energía limpia, un hecho que fue aplaudido durante la cumbre del clima celebrada en la ciudad de París, en Francia.
La meta del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) era continuar con esa racha iniciada el 17 de junio, pero la semana pasada se vio obligado a encender sus plantas térmicas por un corto tiempo (0,23% del día) para respaldar el sistema (al no dar abasto) y eso devolvió el conteo a cero.
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Aún así, el lunes anterior acumuló, solo en el 2016, 189 días con energía proveniente de fuentes renovables y y se espera que el año cierre con 98,5%.
Para otros países, una matriz eléctrica donde las energías renovables representen más del 90% está lejos de su realidad.
Según la Agencia Internacional de Energía (IEA, por su sigla en inglés), en el orbe, las renovables representan apenas el 20% y sus matrices dependen mayormente del carbón y gas natural.
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Una de las razones es que el aprovechamiento de renovables depende de la disponibilidad del recurso natural y esta debe ser consumida al momento, pues no puede almacenarse.
“Algunos países de Latinoamérica tienen economías que no permitirían hacer una generación solo con energías renovables, porque sus parques industriales necesitan energía firme y contante y hoy, con las tecnologías que tenemos, eso es difícil de garantizar con fotovoltáicas (solar) y eólicas”, dijo Fernando Ferreira, secretario ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), en declaraciones a periodistas que participan en Entrevistas Climáticas, plataforma de capacitación promovida por Conexión COP y El Árbol.
A Costa Rica también le favorece la disponibilidad de fuentes renovables que tiene. Según el informe Green Energy Leaders in Latin America , elaborado por la organización World Wildlife Fund (WWF), el país tiene un potencial de generación anual de 223.000 Gigavatios hora (GWh) por hidroelectricidad.
En geotermia, y de acuerdo con datos de WWF, el potencial está por encima de 2.900 megavatios (MW) y además se cuenta con vientos cuyas velocidades varían entre 4,8 y 5,6 metros por segundo (m/s).
Estrategia tica. El plan de Costa Rica se centra en apostar por la complementariedad y diversificación de fuentes.
Por ejemplo, en un año afectado por el fenómeno de El Niño, las precipitaciones disminuyen en el Pacífico; sin embargo, aumenta la fuerza de los vientos.
En este caso, quizás las plantas hidroeléctricas no generan tanto, pero las eólicas sí aprovechan esa circunstancia. Asimismo, las hidroeléctricas del Caribe (donde se da el caso contrario) sí cuentan con lluvia para operar.
Para contar con una base de energía firme y constante, Costa Rica tiene embalses y plantas geotérmicas que permiten lidiar con lo variables que pueden ser las fuentes hídrica, solar y eólica. En otros países recurren a los combustibles fósiles para tener esa firmeza y constancia.
En el marco del Acuerdo de París , tratado internacional firmado por 195 países y que entra en vigor en noviembre, esa complementariedad y diversificación de fuentes sería una medida de adaptación al cambio climático.
La buena racha de este año también se explica porque entraron a operar la planta eólica Mogoto (privada), así como las hidroeléctricas Bijagua (Coopeguanacaste) y Reventazón (ICE). También se amplió la planta de El Ángel (privada).
“Aparte de la disponibilidad del recurso, se aumentó la capacidad de captación”, destacó Javier Orozco, director del Centro de Planificación Eléctrica del ICE.
En este punto, el proyecto hidroeléctrico Reventazón –que empezó a funcionar a finales de marzo de forma paulatina– tuvo un impacto significativo en el logro de los 110 días. Esta planta está en capacidad de generar 305,5 MW, lo suficiente para abastecer de electricidad a 525.000 casas.
“Este ha sido un año muy seco. De no haber entrado en operación Reventazón, hubiéramos tenido que encender las plantas térmicas en un orden entre 5 y 10%”, admitió Orozco.
Para diciembre se prevé que se inicien operaciones en las eólicas Altamira, Campos Azules, Vientos de Miramar y Vientos de la Perla, todas privadas. Asimismo, la hidroeléctrica Chucás (privada) principiará funciones.
En ese mes también empieza la zafra y con ello, el aprovechamiento del bagazo de caña como fuente energética. Su aporte a la matriz eléctrica suele aproximarse al 1% del total.
Ahorro. Los números para este año todavía no se calculan, pero en el 2015 –con 268 días movidos por renovables (dato a noviembre de ese año)– el ICE logró ahorrar ¢100.000 millones en el consumo de combustibles con fines de generación eléctrica.
“Las renovables tienen sentido aún en ausencia de cambio climático, esto desde el punto de vista económico. El cambio climático solo nos alerta sobre la urgencia de hacer esta transición de manera más rápida”, comentó Claudio Alatorre, especialista en cambio climático del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a Entrevistas Climáticas .
Meta al 2020. Según el informe Renewables 2016, Global Status Report , publicado por la organización francesa Ren21, Costa Rica es el país con mayor participación de fuentes renovables en su matriz eléctrica entre 131 naciones analizadas.
La aspiración tica es llegar a 100% de renovables, mientras que otros países se plantearon tener apenas entre 30 y 40% de presencia de este tipo de fuentes para la generación de electricidad.
Para lograrlo, el ICE prevé en el 2017 la entrada de operación de las hidroeléctricas río Bonilla 1320 y 510, así como San Rafael, (todas privadas). Un año más tarde, lo haría la hidroeléctrica Los Negros II de la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH).
Entre el 2017 y el 2018, el proyecto solar Valle Escondido I comenzará funciones y el ICE haría lo propio en geotermia con el proyecto Pailas II en 2019. En este sentido, para el 2020, Costa Rica contará con 586,1 MW adicionales provenientes de renovables. Hoy se generan 10.593 GWh de fuentes no fósiles.
“La capacidad de generación térmica será empleada básicamente para respaldo del sistema y como complemento de las fuentes renovables, por eso se espera que la generación térmica no sobrepase el 2% durante todo el período 2014-2030”, se lee en el Plan Nacional de Energía 2015-2030.
Todas las plantas térmicas pertenecen al ICE, único autorizado a generar electricidad con combustibles fósiles. A la fecha, posee nueve plantas.
Para Orozco, esta situación le da al país un mayor control del uso que se les da y más capacidad de maniobra para complementar con otras fuentes.