Investigadores españoles e ingleses lograron erradicar la quitridiomicosis al aplicar un tratamiento antifúngico en los renacuajos y al desinfectar después su hábitat.
Esa es una enfermedad que afecta a más de 700 especies de anfibios y ha llevado a la extinción a otras 200 especies, entre ellas, al sapo dorado (Incilius periglenes) que vivía en Monteverde (Costa Rica).
Los científicos dieron a conocer los resultados de su investigación a través de la revista especializada Biology Letters.
Los investigadores del Imperial College of London (ICL), Zoological Society of London (ZSL) y el Museo Nacional de Ciencias Naturales de España (MNCN) centraron sus esfuerzos en la población del sapillo partero balear (Alytes muletensis), una especie endémica de la isla de Mallorca (España).
Esta es la primera vez que el hongo Batrachochytrium dendrobatidis o BD (patógeno causante de la quitridiomicosis) es eliminado con éxito en una población silvestre y tras dos años de ausencia en el hábitat, los investigadores se aventuraron a decir que este fue erradicado.
Amenaza diminuta. BD se aloja en la piel de los anfibios causándoles quitriomicosis, enfermedad que les dificulta respirar.
En España, país donde se llevó a cabo este estudio, el primer brote de quitridiomicosis se reportó hace 16 años en las lagunas de Peñalara, en la sierra de Guadarrama de Madrid.
Se cree que el patógeno se propagó desde África al mundo entero, favorecido por el tráfico de anfibios desde la década de 1930.
“La transmisión de rana a rana es quizá el principal medio por el que el BD se propaga. En un área geográfica es de rana a rana, pero hay que recordar que la gente traslada ranas de un lado a otro y pudieron haber trasladado ranas infectadas que, a su vez, transmitieron el hongo a ranas locales y estas pudieron haber salido a otras áreas”, explicó Joyce Longcore, investigadora de la Universidad de Maine en Estados Unidos, a La Nación en una entrevista del 2012.
“Con estos quitridios expandiendo su rango de distribución, existe una necesidad real de nuevas medidas para combatir tales infecciones emergentes. Este estudio provee una prueba de que remover este agente patógeno en poblaciones silvestres se puede lograr”, señaló Matthew Fisher, investigador del ICL y autor del estudio, en un comunicado.
“Para terminar con la situación crítica en la que ha puesto la quitridiomicosis a los anfibios, se necesitan soluciones simples, directas y fáciles de llevar a cabo en distintos puntos del planeta. Este estudio representa un importante avance en la lucha contra dicho patógeno que ha demostrado ser devastador para los anfibios”, agregó Trenton Garner, investigador de ZSL y también autor.