Sin ingrediente artificiales, así es la nueva forma de turistear que empieza a calar hondo en La Fortuna de San Carlos.
Los establecimientos hoteleros añaden a su privilegiada ubicación, la mayoría en las proximidades del volcán Arenal, el compromiso de respetar y promover el cuidado del medio ambiente.
El empresario no trabaja solo en la conservación de esta reserva de la biosfera declarada así por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), ya que los turistas extranjeros y nacionales cooperan en esa satisfactoria tarea a la vez que aprenden a llevar un estilo de vida saludable. “En Costa Rica no había un buen ejemplo del lema ‘sin ingredientes artificiales’, no lo encontré y decidí hacerlo”, explicó Juan Sostheim, fundador y propietario de Rancho Margot, un proyecto que se inició hace 9 años.
El objetivo de Sostheim es donar el 75% de Rancho Margot (alrededor de 164 hectáreas) al Bosque Eterno de los Niños, en la cordillera de Tilarán, para crear un corredor biológico entre la zona de El Arenal y el bosque lluvioso de Monteverde.
Entre sus logros ya visibles está la reforestación del valle en el que está asentado este eco lodge, que había quedado arrasado por el ganado y cuya vegetación estaba descuidada.
Su novedoso plan ya ha empezado a gestarse con la creación de un fondo responsabilidad y cualquier persona puede contribuir a alcanzar tan ambiciosa meta.
Desde su creación en 2004, ha acogido a 500 voluntarios, además de las visitas de periodistas y universitarios.
Montaña de Fuego fue el primer hotel que se construyó a las faldas del volcán Arenal, comenzó con 6 habitaciones y hoy cuenta con 70. Este negocio no ha afectado a su entorno. “Somos conservacionistas de sangre, ya que tenemos 200 hectáreas de bosque en la propiedad”, aseguró Leogivildo Villegas, quien es su dueño.
La fauna también forma parte de la riqueza de La Fortuna. Por ello, Arenal Springs Resort gestiona en conjunto con el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) un refugio de vida silvestre, que el turista puede visitar. A este recinto llegan animales confiscados a cazadores furtivos o donados por organizaciones y particulares.
Autosuficiencia. “Producimos un 80% de lo que consumimos”, señaló el dueño de Rancho Margot.
Los huevos, la carne de cerdo, de res y de pollo, el queso, el yogurt, la mantequilla y los vegetales se producen en este recinto y tienen previsto producir tilapia para el año entrante.
Una tónica similar se sigue en Montaña de Fuego, donde hace cuatro años se construyó una granja propia. El reciclaje y el ahorro energético son vitales para promover el estilo de vida ecológico.
En Rancho Margot se genera electricidad a través de dos turbinas eléctricas que son propias, biogás con el gas metano de las porquerizas, se calienta el agua en hornos de compost y se fabrica jabón con el aceite usado.
En Montaña de Fuego se consigue la energía eléctrica mediante paneles solares y sus empleados apoyan el medio ambiente con programas de reciclaje de residuos de todo tipo.
Permacultura. “Se trata de un diseño que utiliza la naturaleza para llegar a producir de forma sostenible”, definió Sostheim.
Este concepto aplicado en Rancho Margot se traduce en educación para el bienestar personal y del medio ambiente.
Este establecimiento ofrece el programa Eco-Literacy de estudiantes, que consiste en actividades al aire libre y en contacto con la naturaleza: aprender a reciclar, plantar árboles, hacer compost, tareas agrícolas, participación en la cocina de platos saludables y clases de yoga.
La educación en Rancho Margot se completa con aprendizaje de español y diversos retiros holísticos: meditación, nutrición y medicina herbal. A lo que hay que añadir un amplio programa de voluntariado.
En Montaña de Fuego se organizan tours al hogarcito de La Fortuna con el propósito de colaborar social y ecológicamente con el pueblo: visitar a familias pobres, limpieza de ríos y calles, ayuda en las escuelas, etc.
Visitar La Fortuna y las inmediaciones del volcán Arenal ya no es solo sinónimo de deportes de aventura y aguas termales.
La pasión y el respeto por la naturaleza son el nuevo ingrediente de esta seductora región.