Este año, y cual turistas, la zona costera del país recibió la visita de la gaviota inca ( Lanosterna inca ) y el bolsero espalda dorada ( Icterus chrysater ).
De esta forma, estas aves se constituyeron en las nuevas especies reportadas para Costa Rica en este 2014.
Ambos pájaros aparecen en los registros de la Asociación Ornitológica de Costa Rica (AOCR) y de la Unión de Ornitólogos de Costa Rica (UOCR).
En el caso de la AOCR, aún está pendiente la publicación de la lista en la revista Zeledonia del Museo Nacional.
En cuanto a la gaviota inca, esta fue reportada por Jorge Medina en enero, cuando el ave se posó en una lancha de pesca artesanal ubicada a unos 700 metros del manglar de Palito en isla Chira, en el golfo de Nicoya.
La AOCR da cuenta de dos reportes más para la gaviota inca. Uno realizado por Julia Wurth, en diciembre de 2013, cuando el pájaro se posó en la baranda del muelle ubicado en el Refugio de Vida Silvestre La Ensenada, en Abangaritos de Costa de Pájaros.
El otro fue realizado por Johan Chaves, Roy Orozco y Karina Segura, quienes observaron el ave en mayo del 2014 en el área de playa Viezans, en Quepos.
“Esta gaviota se distribuye a lo largo de las costas de Chile y Perú, donde se reproduce en islotes frente a la costa. Su llegada al país puede ser resultado del fenómeno climatológico El Niño, que hace que las aves que regularmente no se desplazan tan al norte, lo hagan siguiendo las corrientes marinas”, comentó Luis Sandoval de la UOCR.
En cuanto al bolsero espalda dorada (Icterus chrysater ), este fue observado por Karina Segura en octubre en Portalón de Quepos. Ella alertó a Johan Chaves y Roy Orozco, quienes identificaron la especie.
“Su arribo a esta zona es un misterio porque es un único individuo y las poblaciones más cercanas al país se encuentran en el centro de Panamá y el norte de Nicaragua”, destacó Sandoval.
Otros registros. Aparte de estas dos especies, la AOCR incluyó en su lista otros dos tipos de aves como nuevas para el país.
La gaviota occidental ( Larus occidentalis ) fue observada por Pieter Westra, miembro de la AOCR, durante enero en Caldera, Puntarenas.
Esta es una especie costera, propia de América del Norte (Canadá, Estados Unidos y el norte de México).
La otra especie es la gaviota cocinera ( Larus dominicanus ), vista por Silvio Castelli y Verena Zindell en la boca del río Parrita, en Quepos, en enero de 2014.
Esta es oriunda de las islas ubicadas en el hemisferio sur del continente, incluso se han observado en la Patagonia (Argentina y Chile).
Esta especie también fue reportada por Guillermo Blanco en Isla del Coco. El guardaparque observó el ave descansando en la playa de bahía Wafer en diciembre de 2013. Para Isla del Coco, y según la lista de la AOCR, se registraron seis nuevas especies.
Aparte de la gaviota cocinera, en bahía Wafer, se observó una garza piquirrosa ( Egretta rufescens ), un mosquerito chebec ( Empidonax minimus ) y una mascarita común ( Geothlypis trichas ).
Kattia Alpízar, quien realizaba un estudio de aves en la isla, logró capturar un zorzalito de Swainson ( Catharus ustulatus ) que cayó en la red de niebla colocada en bahía Wafer.
Esto sucedió en mayo y tras colocarle un anillo para facilitar su identificación a nivel internacional por otros ornitólogos que estudian migraciones, lo liberó.
“Isla del Coco es para muchas especies el último sitio de descanso antes de morir, ya que muchos de estos nuevos registros accidentales no logran establecerse, ni reproducirse en la isla”, dijo Gerardo Obando, de la AOCR.
“La gran mayoría de aves registradas son migrantes neoárticas que, por condiciones climáticas, han salido de sus rutas normales de migración y han llegado a la isla. Estas migrantes, que representan más del 90% de los registros, llegan a la isla en forma ocasional y en muy pequeño número. Generalmente llegan exhaustas y mueren por no encontrar los alimentos requeridos para su supervivencia”, agregó Michel Montoya, de AOCR.
En la otra bahía, en Chatham, el guardaparques Moisés Gómez identificó un tordo renegrido ( Molothrus bonariensis ).
Este tipo de tordo no construye nidos, sino que deposita sus huevos en los nidos hechos por otras especies. Incluso, este pájaro destruye los huevos propios del nido. Así, cuando los pichones del tordo nacen, estos son criados por el pájaro que hizo el nido pensando que son sus crías.
“Esta es conocida como una especie que parasita nidos de otras especies, lo cual sería un gran impacto para la delicada avifauna endémica de la isla”, destacó Obando.
Por otra parte, el gavilán cangrejero colorado (Buteogallus meridionalis) cambió de estatus al ser considerado una especie residente en el país.
Así lo dio a conocer la AOCR, según el reporte de Daniel Hernández.
Hernández, a partir de la observación de Marvin Blanco y Raymundo Sánchez, dio cuenta del primer nido de esta especie en el país, encontrado en el mes de marzo en el Pacífico sur.
La especie ya había sido reportada en abril de 2008 por Jerry O’Donahoe, quien la observó en un arrozal en Zancudo, de Golfito. Desde entonces, está incluida en la Lista Oficial de las Aves de Costa Rica de la AOCR.