Con la eliminación de la planta de tifa en 146 hectáreas de humedales, las aves migratorias volvieron al Parque Nacional Palo Verde, ubicado en Guanacaste.
Al abrirse los espejos de agua, el número de aves acuáticas pasó de 1.300 a 22.700 individuos, según datos del Programa de Investigación y Monitoreo del Área de Conservación Arenal Tempisque (ACAT).
“Están llegando más individuos de las mismas especies y otros de especies que antes no llegaban o habían dejado de llegar. Nosotros hacemos monitoreo todos los meses en los sitios que se están rehabilitando para llevar un control”, explicó Ulises Chavarría, quien es administrador de Palo Verde.
Ese es el caso del pato canadiense ( Anas discors ), el pato rabudo ( Anas acuta ) y la espátula rosada ( Platalea ajaja ), los cuales se habían dejado de ver y volvieron al aclararse los humedales.
En cambio, y si bien ya se habían visto antes, los números de las zarcetas ( Anas crecca ) y los pijijes canelo ( Dendrocygna bicolor ) aumentaron. “Al abrir los espejos de agua tuvimos una explosión de 5.800 pijijes, que es una especie migratoria”, comentó Isaac López, coordinador de Investigación del ACAT.
La tifa ( Typha dominguensis ) es una planta invasora que reduce la profundidad y extensión de los espejos de agua en los humedales, los cuales son usados por las aves acuáticas para alimentarse y descansar en su ruta migratoria.
“Abrir los espejos de agua no solo beneficia a las aves, sino que también peces, insectos acuáticos y mariposas, por ejemplo. Las aves también se alimentan de peces, entonces así va a ser la cantidad de polluelos que van a tener. Si hay comida, el galán sin ventura o jabirú ( Jabiru mycteria ) puede tener hasta tres polluelos”, dijo Chavarría.
La tifa se catalogó como problema ecológico desde 1986.
En los últimos 30 años, la extensión de los humedales en Palo Verde disminuyó un 35% a causa de esta planta.
“En Palo Verde tenemos 9.000 hectáreas de lagos y lagunas donde la mitad están invadidas por la tifa”, manifestó Chavarría.
En cinco años, ACAT espera recuperar 350 hectáreas de humedal y en el largo plazo, la meta es rehabilitar 3.000 hectáreas.
Acciones. En el 2012, el ACAT, en conjunto con la Asociación Costa Rica por Siempre (ACRxS) y Teletica, impulsó la campaña Salvemos Palo Verde .
Esta campaña logró recaudar ¢142 millones, con los que se compraron dos tractores para labores de fangueo y se construyó un cobertizo para resguardarlos.
“La mayoría de esos fondos vinieron de los mensajes de texto que envió la sociedad civil para Palo Verde”, detalló Chavarría.
“Aparte de los tractores, esta donación contempló el rubro de mantenimiento para comprar repuestos y hacer reparaciones al equipo. Además, se invirtió en contratos con fangueadores de la comunidad para hacer esfuerzos adicionales”, manifestó Zdenka Piskulich, directora de ACRxS.
Con estos tractores y otra maquinaria con que cuenta el parque, los guardaparques arrancan la tifa y la hunden en el agua.
Para Chavarría, lo que ahora faltan son los operarios, ya que Palo Verde también sufre de la carencia de plazas. Aparte de las labores de fangueo, se permite la entrada de ganado en las zonas rehabilitadas, ya que este funciona como un controlador biológico, ya que se come los retoños de la tifa.
“Lo que hace el ganado en el humedal es mantener los sitios ya rehabilitados para que la tifa no se extienda”, comentó Chavarría.
La eliminación de la tifa también traerá consigo una baja en los incendios forestales.
“En marzo y abril, que es la época más seca, en unos minutos se nos quema una hectárea porque la tifa es un muy combustible y si está a favor de viento se pueden quemar 1.000 hectáreas en un solo día”, dijo Chavarría.
Asimismo, un convenio firmado entre ACRxS y la empresa Calm Air Visibility Unlimited (CAVU) permitirá realizar sobrevuelos en los humedales de Palo Verde.
Estas imágenes georreferenciadas permitirán medir el éxito de las acciones de manejo a partir de la medición de la extensión de los espejos de agua y el porcentaje de cobertura vegetal.
La interpretación científica de esas imágenes estará a cargo de la Organización para Estudios Tropicales (OET).
“Desde el 2002, la OET ha aportado un acompañamiento técnico y científico a las investigaciones sobre los humedales en Palo Verde. Estos importantes procesos de recuperación permiten el mantenimiento de espejos de agua, y con ello la funcionalidad de los humedales, conservando así muestras de humedales que de otra manera habrían desaparecido”, dijo Mahmood Sasa, quien es director de la Estación Biológica Palo Verde de la OET.