En un planeta donde solo el 0,08% de los océanos está protegido, la Isla del Coco es un ejemplo de conservación en pro de la misma sostenibilidad de los ecosistemas, para que estos sigan brindando servicios como turismo y pesquerías.
En otras palabras, la existencia de áreas marinas protegidas (AMP) permite asegurar la diversidad y abundancia de especies, que luego serán aprovechadas por el ser humano.
En ese sentido, Isla del Coco forma parte de un selecto grupo de cuatro AMP que cumplen a cabalidad con estos objetivos.
Así lo destacó un grupo internacional de científicos, cuyo estudio fue publicado en la revista Nature, en el 2014.
Las otras áreas son isla Malpelo, en Colombia; islas Kermadec, en Nueva Zelanda, y el arrecife de Middleton, en Australia.
Estas AMP cumplen con los cinco criterios de planificación y manejo (conocidos como Neoli, por sus siglas en inglés) definidos para cuantificar la efectividad de esta estrategia de conservación.
Los Neoli miden el grado de pesca que es permitido, el nivel de control y vigilancia, la antigüedad del área, su extensión y si permite el movimiento sin restricciones de los peces a través de los límites del AMP, esto gracias a la existencia de aguas profundas.
Aunque este selecto grupo cumple con todos los parámetros, el estado mundial de las AMP no es tan alentador.
De las 87 AMP estudiadas, solo el 10% cumple con cuatro o cinco criterios Neoli, mientras que el 59% de estas áreas no se diferencian ecológicamente de áreas explotadas por las pesquerías.
“Nuestros resultados muestran que los objetivos mundiales de conservación, basados en el área por sí sola, no optimizan la protección de la biodiversidad marina. Se necesita hacer más énfasis en un mejor diseño de las AMP, la gestión duradera y cumplimiento de normas para asegurar que las AMP puedan alcanzar un valor de conservación deseado”, detallaron los autores.
Efectividad. Durante seis años, investigadores y buzos profesionales de 19 países realizaron censos en 964 sitios de 87 AMP.
Los científicos observaron que las AMP más efectivas, como Isla del Coco, tenían el doble de especies de grandes peces (indicador de biodiversidad), cinco veces más biomasa de peces grandes (lo que evidencia abundancia) y 14 veces más biomasa de tiburones (señala presencia de grandes depredadores que son clave en el equilibrio del ecosistema) que otras áreas donde hay pesca.
Asimismo, los investigadores notaron que las AMP más efectivas cumplían con cuatro o cinco de los criterios Neoli.
“Las mediciones aumentan en sus valores medios dentro de AMP en relación con áreas de pesca para la biomasa total de peces (30%), biomasa total de peces grandes (66%) y biomasa de tiburones (104%) con tres Neoli.
”No obstante, estos incrementos fueron modestos en comparación con los valores cuando los cinco criterios Neoli estaban presentes, con un gran aumento de 244%, 840% y 1.990%, respectivamente”, se lee en el estudio.
Ayude a proteger Isla del Coco. Únase a la campaña “Todos a bordo” y ayude con su donativo a la compra de una lancha rápida que apoyará las labores de patrullaje de los guardaparques.
Hay varias formas de donar. Por ejemplo, los usuarios del servicio celular Kölbi pueden enviar un mensaje con la palabra “barco” al código 7717 para donar ¢500, y al 7718, para colaborar con ¢1.000.
También pueden hacer su donación en las cajas de los supermercados AM/PM y Fresh Market.
Por último, se puede depositar el donativo en las cuentas bancarias habilitadas, tanto en colones como en dólares, en el Banco Nacional (BNCR), Banco de Costa Rica (BCR), Banco General, BAC San José y Scotiabank. Favor indicar el depósito con la palabra “barco”.
Esta campaña es impulsada por Asociación Costa Rica por Siempre (ACRXS) y Fundación de Amigos de la Isla del Coco (Faico), con apoyo de las empresas Kölbi, La Nación y Teletica en beneficio del Área de Conservación Marina Isla del Coco (Acmic).