El lago complica el cierre del INBioparque, porque al ser artificial, su oxigenación depende de un sistema de bombeo.
Al permanecer cerrado temporalmente por un año, el agua se estancaría.
“Mantenerlo como está, sin bombeo, es también un criadero de dengue. Hay que tener cuidado con el manejo del lago y vamos a tomar las medidas necesarias para solventar el tema”, manifestó Julio Jurado, director del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac).
La otra posibilidad sería drenarlo. No obstante, esa opción también demandará un manejo especial.
“Si es del caso que haya que drenarlo, pues se tomarán las medidas del caso”, dijo Jurado.
Con respecto a los peces y otros animales –como caimanes y tortugas– que utilizan este lago, INBio deberá reubicarlos.
Para ello, el instituto trabaja en un plan de evacuación , el cual será aprobado por la Gerencia de Vida Silvestre del Sinac.
Según Randall García, director general de INBio, se calcula que tomará unos tres meses trasladar a los animales a centros de rescate y zoocriaderos.
En cuanto a los peces, estos requieren un tratamiento particular y, por ello, INBio acudirá al Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca) por asesoramiento técnico y apoyo.
El lago es el asunto más complejo en el cierre del parque. Este permanecerá clausurado a la espera de la licitación que definirá al nuevo concesionario, proceso que podría demorar un año.
INBio creó el parque hace 15 años con fines de educación ambiental y lo vendió al Sinac en abril de 2014.