Funcionarios del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) decomisaron de 161 anillos y nueve pulseras de carey en cinco puestos de una feria de artesanía en el parque de Los Ángeles de Heredia.
La acción surgió a raíz de la denuncia del ambientalista Claudio Quesada, por lo que se realizó un operativo conjunto entre funcionarios del Área de Conservación Cordillera Volcánica Central de Heredia y la organización Programa de Restauración de la Tortuga Marina (Pretoma).
La tortuga de carey es una especie en peligro de extinción, según la Unión Internacional Para la Conservación de la Naturaleza (UICN), y su comercio es prohibido por las leyes costarricenses.
Según Maike Heidemeyer, de Pretoma, algunos vendedores alegaban desconocimiento de la ley, pero todos concordaban en que los productos de carey procedían de Nicaragua.
"Lo más delicado es que también estamos ante la violación del tratado internacional CITES, que prohíbe el comercio internacional de carey", añadió.
La venta y posesión de carey es prohibida por la ley de la conservación de vida silvestre y la ley de conservación, protección y recuperación de poblaciones de tortugas marinas (N.° 8325), cuyo artículo sexto establece una condena de hasta dos años de prisión, a quien mate, cace, capture, destace, trasiegue o comercie tortugas marinas.
Para elaborar productos de carey se corta el caparazón de la tortuga y se separan los escudos de carey.