Quito.
En el Parque Nacional Llanganates, en los Andes de Ecuador, donde se cree que los incas escondieron un tesoro, científicos hallaron otro tipo de riqueza: dos nuevas especies de ranas, cuya piel parece el tallo de una rosa cubierto de diminutas espinas.
Bautizados como Pristimantis llanganati y Pristimantis yanezi, estos anfibios pueden medir hasta 30 y 36 milímetros, respectivamente, explicaron este sábado a la AFP los investigadores a cargo del hallazgo.
Además de un llamativo color verde, estas ranas tienen "una morfología bastante peculiar (...) se ve que tienen como espinitas en los párpados, en las extremidades", comentó María José Navarrete, quien descubrió estas especies cuando elaboraba su trabajo de grado en la Pontifica Universidad Católica del Ecuador (PUCE).
Guiada por el biólogo Santiago Ron, curador del Museo de Zoología de la PUCE, la joven de 22 años realizó el estudio genético y morfológico de estas ranas que habitan el bosque montano del Parque Nacional Llanganates, ubicado entre las provincias de Tungurahua, Cotopaxi, Pastaza y Napo, y que en lengua quichua significa montaña hermosa.
"Lo que asumimos es que este tipo de piel y estos colores les sirven como una forma de mimetizarse en el ambiente donde viven", explicó Ron, agregando que las zonas donde habitan estas ranas generalmente tienen árboles cubiertos de musgo.
La investigación, en la que también participó el biólogo peruano Pablo Venegas, fue publicada en mayo en la revista científica ZooKeys, aunque el trabajo empezó en 2009, cuando fueron recolectados los ejemplares en las estribaciones de los Andes.
"Con estas dos ranas ya llegamos a tener 571 especies (de anfibios), lo cual es único a nivel mundial. Solamente hay dos países que tienen más ranas que el Ecuador y son Brasil (994) y Colombia (767), teniendo en cuenta que son países mucho más grandes", apuntó Ron.
Pristimantis llanganati, llamada así por el lugar en el que fue hallada, y Pristimantis yanezi, nombrada en honor a Mario Yánez, un científico ecuatoriano y director del Museo de Ciencias Naturales del país, son el punto de partida para otras investigaciones con anfibios, por ejemplo, en el campo de la medicina.
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"Las ranas son farmacias ambulantes porque tienen una gran cantidad de compuestos que les protegen en contra de bacterias y hongos en la piel", destacó Ron.
El biólogo agregó que "ahora hay un problema enorme con el tema de las bacterias que son súper resistentes a los antibióticos tradicionales. Las ranas podrían ser una fuente de medicina para el ser humano".
Para Navarrete, aún queda pendiente estudiar a profundidad la zona donde fueron hallados estos anfibios porque "casi no se sabe de la ecología o de la diversidad de estas ranas, si son abundantes, qué comen o dónde viven porque habitan en una zona casi inaccesible".
El Parque Nacional Llanganates es una de las áreas "más inexploradas" del país, según Ron, quien asegura que "es importantísimo hacer este tipo de estudios precisamente en esa zona porque ahí se van a hacer muchos descubrimientos en el futuro".