Varsovia, Polonia. Aunque Costa Rica goza ya de cierta legitimidad en las contiendas ambientales internacionales, en la actual Conferencia de Cambio Climático de Naciones Unidas (COP-19), que se realiza en Polonia, la delegación nacional no se la juega y articula alianzas para luchar en bloque contra el cambio climático.
Cada mañana, la representación de Costa Rica se reúne con sus homólogas de Panamá, Chile, Perú, Guatemala y Colombia, en la cita de la llamada Alianza Independiente de América Latina y el Caribe (Ailac), cuyo objetivo es impulsar un modelo de desarrollo global para afrontar el cambio climático, fenómeno sobre el cual hay cada vez menos escepticismo y más evidencia científica.
Pero el país no se queda allí. Al mismo tiempo, otro negociador nacional coordina, diariamente, con el Sistema Centroamericano de Integración Económica (SICA). En las tardes, otro funcionario se cita con enviados de países boscosos en la Coalición de Naciones con Bosques Lluviosos (CRN, por sus siglas en inglés).
Costa Rica también forma parte del Grupo de los 77 + China (G-77 + China) y del Grupo de Latinoamérica y el Caribe (Grulac). Cada bloque procura defender sus posiciones comunes, pero desde sus coincidencias e intereses conjuntos por proteger los ecosistemas y las poblaciones que dependen de ellos.
Con los latinos. Fue hasta el año pasado que Costa Rica consolidó el grupo regional, con el cual venía trabajando desde hace algunos años: la Ailac.
Es mediante ese órgano que nuestro país plantea su posición en la llamada Plataforma de Durban, un ente que intenta definir nuevas reglas vinculantes o que comprometan a todos los países.
Estas deben firmarse en 2015 y regirán en el 2020, cuando expira el llamado Protocolo de Kioto.
“Buscamos posicionarnos como un grupo y eventualmente diferenciarnos. Nosotros seguimos siendo parte del G-77, pero interpretamos mostrar que, como países en desarrollo, no nos eximimos de la necesidad de hacer esfuerzos de reducción de emisiones y de trabajar en la adaptación al cambio climático”, aclaró Wílliam Alpízar, director de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente y Energía y jefe de la delegación nacional.
Ailac nació en la Cumbre de Doha, Catar, en 2012, y desde entonces ha venido consolidando su posición. Con sede en Perú, la Alianza tiene una presidencia rotativa cada seis meses, que el próximo año le corresponderá a Costa Rica.
“Costa Rica cumple un rol fundamental para nosotros porque se ha destacado por su ambición en materia ambiental, y que en materia de cambio climático se ha planteado grandes desafíos: la carbono neutralidad a 2021, entre otros”, comentó Andrés Pirazzoli, negociador de Chile, país que copreside ahora Ailac.
Por otra parte, ya más en el ámbito centroamericano, Costa Rica negocia con el SICA los temas relacionados con los daños y pérdidas asociados con el cambio climático, desde deslizamientos e inundaciones hasta huracanes.
Por las similitudes geográficas entre las naciones, Centroamérica es considerada una de las regiones del mundo más vulnerables a fenómenos como las tormentas tropicales, sequías y el aumento del nivel del mar.
Esta alianza regional visualiza consecuencias al atender la mitigación del efecto invernadero, así como la adaptación o preparación a los eventos vinculados a él.
Alianza boscosa. El otro frente de batalla, donde el país también se desempeña, es la Coalición de Naciones con Bosques Lluviosos.
Esa coalición nació en el 2005, cuando nuestro país y Papúa Nueva Guinea notaron que vivían momentos diferentes de un mismo proceso. Mientras Oceanía perdía rápidamente sus bosques, Costa Rica ya había logrado revertir ese fenómeno y recuperar su cobertura forestal, gracias al pago de servicios ambientales (PSA), entre otras políticas.
La iniciativa se crea con el objetivo de consolidar una voz fuerte que pudiera competir con gigantes como Brasil en el tema forestal. Ocho años después, son más de 50 países afiliados, aunque aún no se ha adherido Brasil.
“Costa Rica tiene un nivel de respuesta mayor a otros países en desarrollo en la región y el mundo. Es capaz de aportar experiencia y personas con conocimiento, que aportan al resto de la Coalición”, explicó Kevin Conrad, embajador de Cambio Climático de Papúa Nueva Guinea y director de la CRN.
Esta última organización promueve prácticas forestales e incluso impulsó, inicialmente, la reducción de emisiones por deforestación y degradación del bosque, mecanismo conocido con las siglas REDD.
En Polonia, esta alianza boscosa pretende fortalecerse y consolidar los mecanismos, que le den sustento financiero al programa.