Para evitar un incremento de 2 °C en la temperatura global, los países deberán reducir sus emisiones al máximo y compensar aquellas que generen más el cúmulo de gases efecto invernadero (GEI) ya existente en la atmósfera. Todo esto para el año 2050.
Así se destaca en el Informe sobre la disparidad en las emisiones 2014, dado a conocer hoy por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).
En la elaboración de esta quinta edición del informe participaron 38 científicos de 22 grupos de investigación de 14 países y se considera complementario al Quinto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
Eso sí, se diferencia del informe del IPCC en que el propósito de este reporte del Pnuma es evaluar si los compromisos adquiridos por los países están encaminados a cumplir la meta de mantenerse por debajo del umbral de los 2 °C que fue acordada internacionalmente.
"En las condiciones actuales, en las que se ha avanzado poco en el desarrollo y la aplicación de políticas sobre el clima, las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero podrían aumentar hasta las 87 Gt de dióxido de carbono equivalente (CO2 e) de aquí a 2050, muy por encima de los límites considerados seguros", comentó Achim Steiner, director ejecutivo del Pnuma.
Según Pnuma, las emisiones de GEI se han incrementado en más del 45% desde 1990. Para mantener la temperatura global por debajo de los 2 °C, las emisiones deben reducirse un 15% al 2030 y un 50% antes del 2050 para encaminarse a ser cero en el 2100.
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