El Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) no dará más permisos para exportar aletas de tiburón martillo hasta tanto no se cuente con el dictamen de extracción no perjudicial (DNP), instrumento que estará listo dentro de seis meses.
Así lo confirmó Julio Jurado, director del Sinac, ante el cuestionamiento formulado por la organización Pretoma sobre la autorización dada por esta entidad para la exportación de 239 kilogramos de aletas de tiburón martillo común ( Sphyrna lewini ) y tiburón martillo liso ( Sphyrna zygaena ).
“Ya no habrá más permisos de exportación hasta que no esté listo el DNP”, recalcó Jurado.
En el país, el Sinac es la autoridad administrativa de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites) y tiene la última palabra a la hora de autorizar o denegar la comercialización de especies incluidas en los tres apéndices de este tratado.
De hecho, en marzo del 2013, se incluyeron tres especies de tiburón martillo en el Apéndice II: martillo común ( Sphyrna lewini ), martillo gigante ( Sphyrna mokarran ) y martillo liso ( Sphyrna zygaena ).
Al ser incorporadas en el Apéndice II, no se prohíbe su comercialización (como sí sucede cuando están en el Apéndice I), pero sí se regula, y los países firmantes de la convención –como Costa Rica– deben garantizar que la extracción no atente contra la sostenibilidad del recurso marino.
Para ello, los países requieren un DNP. Este es un instrumento de carácter técnico y científico que garantiza que esa comercialización no perjudica la supervivencia de la especie, e incluso establece cuotas de aprovechamiento para no reducir las poblaciones a un estado crítico.
Además, el DNP contempla la trazabilidad del producto pesquero desde que se descarga en muelle hasta que se exporta, para así asegurarse de que sea el mismo.
Costa Rica está trabajando en el diseño de este DNP y espera tenerlo en seis meses, aunque desde el 14 de setiembre del 2014 entró a regir la medida de Cites para el tiburón martillo.
“No estamos obviando el DNP. Es más, en la resolución de Sinac, se le da un plazo de seis meses al Consejo de Representantes de la Autoridad Científica de Cites (Crac-Cites) para elaborarlo y nos vamos a sujetar a lo que diga”, enfatizó Jurado.
La crítica de Pretoma, dada a conocer por su director, Randall Arauz, es que se otorgaron dos permisos de exportación posteriores a esa fecha (setiembre 2014) y en ausencia de DNP.
Casos. En diciembre del 2014, Sinac –tomando en cuenta un criterio favorable por parte de Crac-Cites– autorizó la exportación de 411 kilogramos de aletas de tiburón martillo de las especies Sphyrna lewini y Sphyrna zygaena. Y en enero pasado, Sinac y Crac-Cites recibieron una segunda solicitud, esta vez para exportar 239 kilogramos de aletas de estas mismas especies de escualos.
En esa ocasión, Sinac y Crac-Cites no compartieron criterio, pues la primera entidad dijo que era necesario contar con el DNP. Sinac, facultado por reglamento, decidió apartarse de tal postura y avaló la exportación.
Según Jurado, se basaron en el criterio del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca) –considerado por Sinac como la autoridad científica en pesquerías– de que los barcos que pescaron los tiburones en cuestión salieron al mar antes del 14 de setiembre del 2014, fecha anterior a la entrada en vigencia de la disposición de Cites.
Asimismo, Sinac tomó en cuenta los Formularios de Inspección y Autorización de Desembarque (FIAD), donde se dice que los tiburones capturados eran producto de la pesca incidental (accidental), derivada del uso de artes de pesca no selectiva por parte de los palangreros. Esto hace que se capturen otras especies que no son su objetivo.
“Del total de lo descargado, solo el 3% era tiburón martillo. Entonces, era pesca incidental”, comentó Jurado.
El Ministerio de Ambiente (Minae), en un comunicado, detalló: “En Costa Rica la pesca del tiburón martillo es incidental, es decir, se da una captura de especies que no son el objetivo de pesca, esto debido a que el arte de pesca utilizado por los pescadores y que se conoce como palangre, consiste de una línea larga de la que se penden los anzuelos y por lo que se produce una pesca de distintas especies que conviven en la zona de pesca y que, por lo tanto, no permiten capturar una sola especie en particular”.
Según el director del Sinac, ese producto ya descargado (las aletas) no tenía salida en el mercado nacional, por lo que –si no se otorgaba el permiso– terminaría desperdiciándose.
“Además, ya existía un precedente”, detalló Jurado, en referencia a la exportación avalada en diciembre del 2014.
Al respecto, Minae agregó: “Los dos permisos para la exportación de aleta de tiburón martillo que ha otorgado el Sinac, en su calidad de Autoridad Administrativa CITES de Costa Rica, fueron dados ante solicitudes específicas de empresas exportadoras de productos pesqueros, considerando el carácter incidental de la pesca realizada, la trazabilidad de la legalidad de la captura realizada, los aspectos socioeconómicos de la pesquería y la constatación de que los tiburones fueron descargados con las aletas adheridas de forma natural a sus cuerpos. No se trata de ninguna autorización en general. En estos casos, parte de la pesca se dio incluso antes del 14 de setiembre del año pasado, fecha de entrada en vigencia de los efectos de la incorporación del tiburón martillo en el Anexo II de CITES”.
Para Arauz, en estos casos debió imperar el principio precautorio, que dice: a falta de estudios, lo conveniente es abstenerse de aplicar una medida que pueda atentar contra el ambiente.