El futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump, considera que el cambio climático es una farsa.
"¡Estoy en Los Ángeles y está helando, el calentamiento global es una farsa total!", tuiteó en diciembre del 2015, al que le siguieron otros tweets similares a lo largo del año.
En mayo pasado, durante la campaña electoral, Trump anunció su intención de anular o renegociar el Acuerdo de París -tratado que reúne los compromisos de 195 países y la Unión Europea para evitar el incremento de la temperatura media del planeta por encima de los dos grados Celsius (2 °C)- y admitió que "no es un gran fanático" del tratado.
LEA: Acuerdo de París apunta a un nuevo desarrollo desligado de las emisiones de carbono
Hoy, con el triunfo electoral de Trump, la colaboración de Estados Unidos para lidiar con cambio climático -clave en el alcance del Acuerdo de París- se ve comprometida.
Estados Unidos y China son los grandes emisores de gases efecto invernadero (GEI), los cuales causan el calentamiento global. En el 2015, ambos países acordaron unirse para reducir sus emisiones y con ello, dieron un gran impulso al Acuerdo de París.
En setiembre de este año, Estados Unidos y China volvieron a visibilizar su compromiso con el tratado al ratificarlo y en parte, esta acción ayudó a que este entrara en vigencia el pasado 4 de noviembre.Esto debido a que, para entrar en vigor, el Acuerdo de París requería que 55 países que sumaran el 55% de las emisiones mundiales lo ratificaran y por ello, el apoyo de los grandes emisores era clave.
VEA: Acuerdo de París entra en vigencia con grandes desafíos
"Esperamos cooperar con su gobierno para hacer avanzar la agenda de la acción climática en beneficio de los pueblos del mundo", dijo Patricia Espinosa, Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), quien se encuentra presidiendo la cumbre climática que tiene lugar esta semana en la ciudad de Marrakech (Marruecos).
"Ahora que la campaña electoral ha pasado y que las realidades del liderazgo se decantan, espero que tomará conciencia de que el cambio climático es una amenaza para su pueblo y para países enteros que comparten mares con Estados Unidos, incluyendo el mío", manifestó Hilda Heine, presidente de las Islas Marshall.
Abandonando su silencio habitual con respecto a las elecciones en el extranjero, China -a través de su negociador climático Xie Zhenhua- dijo a medios de comunicación presentes en la cumbre climática: "Creo que un dirigente sabio debería tomar posiciones conformes a las grandes tendencias mundiales. Si va contra esta tendencia, no creo que su pueblo lo apruebe y el progreso de su país también se verá afectado".
El Secretario de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, se mostró más optimista al declarar: "Naciones Unidas contará con el nuevo gobierno (estadounidense) para fortalecer los lazos de la cooperación internacional mientras luchamos juntos para defender ideales comunes, combatir el cambio climático y proteger los derechos humanos. El mundo mira a Estados Unidos por su extraordinario poder para impulsar a la humanidad y trabajar por el bien común".
¿Podrá EE. UU. salirse del Acuerdo de París?
El Acuerdo de París estipula un período de al menos cuatro años (incluyendo un año de preaviso) para que un país pueda retirarse de este. Si sus intenciones son esas, Trump deberá esperar casi al final de su mandato para hacerlo y por mientras, Estados Unidos seguirá formando parte del tratado y las negociaciones relativas a su implementación.
VEA: Falta definir cómo se ejecutarán las metas del Acuerdo de París
"Retirarse de un acuerdo así, aprobado por tantos países, tendría consecuencias en el ámbito de la política exterior. Si Estados Unidos lo hace, tendrán un problema de política exterior. No es un acuerdo pequeño firmado por algunos responsables", manifestó Jennifer Morgan, directora de Greenpeace International, a medios de prensa.
Sin embargo, lo que sí podría pasar es que no se apliquen los compromisos tomados por la administración Obama, principalmente los relativos a la transición hacia energías renovables.
En campaña electoral, Trump prometió a los mineros no cerrar las viejas centrales de carbón e impulsar la extracción de petróleo y gas en altamar.
"Trump debe comprender que abandonar rápidamente y por etapas el carbón, el petróleo y el gas es bueno para la economía de Estados Unidos, para el empleo y el crecimiento", dijo Christiana Figueres, exSecretaria Ejecutiva de la CMNUCC.
"La elección de Trump es un desastre, pero no puede ser el final del proceso internacional sobre el clima. Nuestro trabajo se vuelve mucho más difícil, pero no es imposible, y nos negamos a perder la esperanza", comentó May Boece, director ejecutivo de la organización 350.org.