En tres años, el número de turistas extranjeros que viene al país atraídos por las ballenas jorobadas, se triplicó. Si en el 2010 eran 43.302 personas, en el 2013 se contabilizaron 131.373 visitantes.
Así lo constató el Instituto Costarricense de Turismo (ICT), al analizar los resultados de encuestas realizadas a visitantes foráneos, en los aeropuertos internacionales Juan Santamaría, en Alajuela, y Daniel Oduber, en Liberia.
Costa Rica se encuentra en una zona única en el mundo donde confluyen dos poblaciones de ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae). Mientras el grupo oriundo de Baja California (México) visita Guanacaste entre diciembre y marzo, los animales provenientes de Antártida migran a las cálidas aguas de Osa entre julio y octubre.
Según Frank Garita, biólogo y representante de la Coalición Costarricense por las Ballenas , el país reúne características propicias para que estos grandes cetáceos se reproduzcan y cuiden a sus crías.
Para el ministro de Turismo, Wilhelm von Breymann, esa particularidad natural propicia la observación de cetáceos como actividad turística .
En el Pacífico sur, ejemplificó von Breymann, el avistamiento de ballenas ha permitido un encadenamiento de servicios que beneficia no solo a los operadores de turismo, sino también a pequeños hoteles, restaurantes, transportistas y otros negocios, de forma indirecta, como las ventas de artesanías.
Bahía Ballena. Una comunidad que entendió que la conservación puede ser motor de desarrollo es Bahía Ballena, en el cantón de Osa.
De hecho, el 90% de la economía local depende de la observación de cetáceos y otras actividades de ecoturismo. “Para nosotros, la conservación es buen negocio. Nos sirve porque nos permite generar recursos para la misma comunidad y están surgiendo empresarios de la misma zona”, comentó Fernando Guerrero, de la Asociación de Operadores de Turismo de Bahía Ballena (Asotur).
De hecho, Guerrero y sus colegas se preparan para recibir, este fin de semana, a los turistas con motivo del VI Festival de Ballenas y Delfines , actividad organizada para concientizar y promover el uso no letal de los cetáceos.
Aunque el principal atractivo son los tours guiados, el festival tiene variedad de actividades como caminatas, carreras de atletismo y ciclismo de montaña, entre otros.