En aquella casa destrozada por una avalancha de palos, piedras y barro provocada por el huracán Otto y que cobró la vida de cuatro vecinos de Guayabo de Bagaces, en Guanacaste, aún quedaba un ser vivo.
Familiares y vecinos bordearon el sitio y rescataron a una perrita preñada. Ella era la mascota de Dennis Aurelio Alvarado Méndez, Orlando Obregón Jiménez, Marisa Socorro Alvarado Méndez y Joseph Gerardo Barboza Alvarado.
Cuando el can llegó a las manos del médico veterinario y director del Hospital de Especies Menores de la Universidad Nacional (UNA), Mauricio Jiménez, presentaba fracturas en sus extremidades y lesiones en la piel.
"Por el momento estamos haciéndole un manejo para ver si puede tener los cachorritos y posteriormente, procederíamos a realizarle los procedimientos quirúrgicos que requiere", comentó Jiménez a La Nación.
Los médicos del hospital veterinario están abocados a salvarle la vida a este animal. "Los familiares están al tanto de cómo está, porque, para ellos, esta perrita es una sobreviviente de toda la tragedia que se ha vivido", destacó Jiménez.
El animalito fue rescatado el sábado 26 de noviembre, dos días después de la avalancha. Fue valorado en el sitio, pero por sus lesiones, fue trasladado al centro veterinario de la UNA en Barreal de Heredia.
Allí se mantiene con suero y alimentación, bajo estricta vigilancia de sus salvadores.
El perrito en Bijagua
Durante este fin de semana, otro caso que captó la atención de las personas fue el de un perro rescatado por bomberos y cruzrojistas, mientras estos buscaban el cuerpo de Bianca, la niña de año y ocho meses que estaba desaparecida desde el jueves en la noche en Cuesta Pichardo, en Bijagua de Upala.
Encontrarlo con vida dio animó a los cuerpos de rescate para seguir adelante a pesar del cansancio, la lluvia y el hambre.
Según Jiménez, el cánido se atendió en una de las clínicas móviles que el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) instaló en la zona afectada por el huracán.
LEA: Rescatistas encuentran mascotas entre el barro y las piedras"Después de estar enterrado entre los escombros, su recuperación fue increíble. Le pusimos fluidos y medicamentos para mejorar su condición, pero no presentaba ninguna lesión severa. Por eso lo dejamos allá para que se reencuentre con su familia", comentó Jiménez.
El abuelito
Por su parte, otro perro geriátrico, encontrado en Bijagua y cuyos problemas cardíacos empeoraron a causa del desastre, fue trasladado al hospital veterinario, en Heredia.
"Para muchos, los animales son nuestra familia. Ver animales muertos, abandonados o en malas condiciones después de ocurrido un desastre de tal magnitud, pues psicológicamente eso agrava la sensación de catástrofe en las personas", dijo Jiménez y agregó: "Salvar a estos animales da ánimo a las personas".