Estados Unidos y China han sido históricamente –y son– los mayores emisores de gases de efecto invernadero (GEI) y, por tanto, responsables en buena parte del calentamiento global.
Asimismo, en años anteriores, protagonizaron desacuerdos y enfrentamientos que terminaron obstaculizando la negociación climática.
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Sin embargo, ambos países llegan a la ciudad de París, en Francia, con compromisos y abogando por la negociación para acordar un nuevo régimen que impida que la temperatura se incremente por encima de los dos grados Celsius.
“Esta vez, están sumando fuerzas para que sea un éxito”, dijo Elliot Diringer, del Centro para Soluciones sobre Clima y Energía o C2ES.
Incertidumbre. Otras naciones, como India, no son tan claras en su postura. India, el cuarto emisor global de GEI, apuesta a energías renovables como la solar, pero no se imagina su desarrollo sin plantas térmicas.
Así lo consideró Célia Gautier, de la Red Acción Clima. “India está enviando señales muy ambiguas”, dijo.
Opuestamente a la Unión Europea, Estados Unidos y China, India no apoya el mecanismo quinquenal de revisión de los compromisos.
En Asia, también se ven otras cuestiones. China apoya ahora algunas propuestas, pero se niega a ser obligada a financiar a otros países en desarrollo.
“Esa es su línea roja”, consideró Pascal Canfin, del World Resources Institute (WRI).
Tensión. El otro tema polémico es la compensación por pérdidas y daños. Mientras las naciones en desarrollo abogan por ella , Estados Unidos rechaza que estase base en una responsabilidad histórica de los países desarrollados.
En cuanto a Brasil, el gran emisor por parte de América Latina y el Caribe, llega a París con la promesa de reducir sus emisiones en un 37% para 2025.