Ya en los años sesenta, la preocupación por el medio ambiente empezaba a tener eco.
El senador norteamericano, Gaylord Nelson, fue uno de sus más entusiastas defensores. Su objetivo era incidir para que el tema formara parte de la agenda gubernamental del entonces presidente de los Estados Unidos, John Kennedy.
En 1969, se organizó una manifestación popular que hacía evidente la preocupación por el manejo del tema ambiental por parte de la administración gubernamental.
Al respecto, Gladwin Hill del periódico The New York Times escribió: "La conciencia sobre la crisis medioambiental está arrasando los campus universitarios con una intensidad solo comparable con el descontento con la Guerra de Vietnam... por ello las oficinas del senador Gaylord Nelson planifican un día nacional para conversar sobre los problemas medio ambientales... para la próxima primavera".
Fue así como se fijó el 22 de abril como Día de la Tierra. Su primera celebración fue en 1970 y más de 20 millones de personas respondieron a la convocatoria. De esta forma, se establecieron plataformas de difusión y discusión en comunidades, colegios y universidades.
La presión que se generó dio sus primeros resultados cuando se creó la Agencia de Protección Medio Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) durante el gobierno de Richard Nixon. Además, ese mismo año el Congreso de los Estados Unidos promulgó el Acta de Aire Limpio, con el fin de establecer estándares seguros sobre calidad de aire, emisiones y polución.
Además, Nelson fundó la Red del Día de la Tierra (EDN, por sus siglas en inglés) que es la instancia que promueve esta fecha.